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¿Alimentos para adelgazar?

Distintas trampas confunden al consumidor que decide bajar de peso. Son varios productos que los tientan y prometen resultados y que, en la mayoría de los casos, se convierten en falsas promesas.


Muchas veces se habla de productos ligth o dietéticos como si fuesen sinónimos, y se los suele combinar en dietas al gusto y a la medida de cada mujer o señor que decide bajar unos kilos o eliminar algunos "rollitos".

Como se ve, la tendencia por estar cada vez más flacos ya no es una cuestión que sólo "ocupe y preocupe" al sexo femenino. Muy por el contrario, éste es un tema que está latente tanto en las cabezas de las mujeres como en las de los hombres.

Así, la desesperación por reducir unos centímetros lleva a que muchos se entusiasmen y cuando se encuentran ante la góndola del supermercado no duden en llenar el changuito con varios alimentos dietéticos. Sin embargo, "éstos no siempre son utilizados de manera correcta a raíz de que se desconoce cuál es su verdadera composición y el significado que éstos tienen al estar presentes en una dieta diaria", remarca la licenciada en nutrición, Paola Resnicoff.

Ningún alimento sirve para adelgazar. Cada uno le aporta al organismo determinados nutrientes y calorías y, por lo tanto, pueden incorporarse en diversos planes de alimentación que de acuerdo a cómo se estructuren "generarán una pérdida de peso", aclara la profesional.

Por esta razón, por más que en la etiqueta del producto diga "ligth, dietético o reducido en calorías", no quiere decir que este alimento no engorde y que el mismo "se puede utilizar libremente y sin ningún tipo de control".

Cada cosa por su nombre


Hoy se utilizan con mucha ligereza todos estos términos: productos dietéticos o ligth, reducidos en calorías o reducidos en grasa. Sin embargo, no se trata de la misma cosa.

  • Productos dietéticos: son aquellos a los que se les ha modificado un ingrediente y, muchas veces, a expensas del agregado de otro que no siempre tiene menos calorías. Por ejemplo, hay productos en los cuales se reduce la cantidad de harina pero se les agregan otros ingredientes que a menudo requieren de mayor cantidad de grasa para unirlos en el amasado. "Entonces, este producto dietético puede tener más calorías que el original", recalca Paola.Por otro lado, también están los alimentos dietéticos fortificados, a los cuales se les agregan, por ejemplo, vitaminas y minerales. "Estos no siempre tienen menos calorías".
  • Alimentos ligth o livianos: Son todos aquellos a los cuales se les ha reducido algún componente. Por ejemplo, cuando se disminuye la cantidad de sodio, de azúcar o de grasa. Estos pueden contar o no con una reducción en calorías.Otros productos suelen contar con una etiqueta en la que se destaca que existe una reducción en la cantidad de azúcar. Sin embargo, "hay que ver, que si tiene agregado edulcorante, ¿a qué tipo corresponde?".Al respecto, la especialista mencionan que existen dos tipos de edulcorantes: los nutritivos y los no nutritivos. Los primeros son todos aquellos que tienen un valor calórico similar al de la sacarosa -azúcar de mesa-. Dentro de este grupo se encuentran el sorbitol, xilitol, manitol (polialcoholes), que suelen estar presentes en medicamentos, bebidas, alimentos, edulcorantes de mesa.En tanto que los segundos están íntimamente relacionados con los edulcorantes que son bien dulces como la sacarina, los ciclamatos y el aspartamo, que si bien aportan una mínima cantidad calórica no es significativa.
  • íA no engañarse!!!


    Cuando en el envase de un producto o su etiquetado se menciona la escritura "sin calorías", sí o sí este alimento debe contar con menos de 5 calorías por ración.

    Mientras que si se remarca que un producto cuenta con "bajas calorías", el mismo tiene que contener 40 calorías o menos por ración de 2 cucharadas o por una porción menor de 30 a 50 gramos del alimento.

    Al contar con la escritura "menor cantidad de calorías o reducido en calorías", este producto debe contar con una disminución menor al 25% de las calorías que tiene el producto original.

    Con esto queda demostrado que todos los alimentos poseen calorías. Hasta los productos naturales tienen un cierto grado calórico, porque al tener nutrientes "nos están aportando calorías al organismo", concluye la licenciada en nutrición al finalizar la charla con Nosotros.

    Para tener en cuenta


    Muchos consumidores no encuentran diferencias entre una especialidad medicinal y un suplemento dietario. Sin embargo, ambos productos tienen objetivos bien diferentes. Con los primeros se trata de ofrecer un tratamiento determinado que contribuya a la recuperación de la salud, mientras que los segundos persiguen el objetivo de suplementar una dieta.

    Esta distinción no es casual, sino que reviste especial importancia, ya que existen quienes pretenden utilizar a los suplementos dietarios (que se aprueban como alimentos, y no como medicamentos) para curar enfermedades. Esta práctica resulta riesgosa para la salud.

    La Resolución 74/98, del Ministerio de Salud y Acción Social define a los suplementos dietarios como productos destinados a incrementar la ingesta dietaria habitual, suplementando la incorporación de nutrientes en la dieta de las personas sanas que, no encontrándose en condiciones patológicas, presentan necesidades básicas dietarias no satisfechas o mayores a las habituales.

    A simple vista, un producto se distingue de otro por las inscripciones colocadas en su rótulo. En el de las especialidades medicinales aparece un número de certificado, en tanto que en los suplementos dietarios pueden observarse números RNE (Registro Nacional de Establecimiento) y de RNPA (Registro Nacional de Producto Alimenticio).

    A su vez se destaca que para evitar ser engañado en cuanto a la información publicitaria que se da a conocer sobre los suplementos dietarios, el artículo 5° de la disposición ANMAT 4223/94 establece que "en ningún caso podrán atribuirse a estos productos propiedades terapéuticas".

    Fuente: Boletín para consumidores (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica -ANMAT-)

    ¿Quién controla?


    La ANMAT tiene competencia en todo lo referido al control y fiscalización sobre la sanidad y calidad de todo producto que pueda afectar la salud humana.

    Por esta razón, este organismo se encarga de vigilar las drogas, productos químicos, reactivos, formas farmacéuticas, medicamentos, elementos de diagnóstico, materiales y tecnologías médicas que existen en el mercado.

    Bajo el control de este organismo también se incluyen los alimentos acondicionados -insumos específicos, aditivos, colorantes, edulcorantes e ingredientes utilizados en la alimentación humana-, como así también de los productos de uso doméstico y de los materiales en contacto con los alimentos.

    Ivana Zilli