El corralito habilitó un nuevo mercado negro
Aunque pierdan, los ahorristas buscan salir del corralito. Las "cuevas" porteñas pagan el 75% del valor de un plazo fijo.
Entre hoy y mañana se resolverá el formato operativo de los plazos fijos que podrán utilizarse para la compra de bienes registrables, sistema que entró en vigencia esta semana pero que los bancos no pudieron implementar ante algunas dudas planteadas en la operatoria.
Como expresó este diario en ediciones anteriores, aún falta resolver:
¿Buen negocio?
Varias publicaciones sostienen hoy que las cada vez más conocidas "cuevas" o "mesas de dinero" están desarrollando un buen negocio con la compraventa de certificados de plazos fijos, ya que abonan a los ahorristas que buscan recuperar fondos frescos el 75 por ciento de los valores pesificados.
A este nuevo "mercado negro" el titular de un plazo fijo en dólares llega resignado porque al pesificarlo a 1,40 ya ha perdido frente al mercado libre donde el dólar cotiza hoy a más de 2 pesos.
Por eso, la venta de dinero efectivo contra cheques atrapados en el corralito se ha transformado en un negocio muy rentable para las empresas argentinas que diariamente reciben billetes.
El diario "El Cronista" señala que mientras en un banco un plazo fijo para inversiones de 3 millones de pesos (unos 1,5 millones de dólares) brinda 8.654 pesos semanales de interés, la compra de cheques por la misma cifra da una ganancia de 300.000 pesos por día.
La operación consiste en que cualquier persona puede entregar un cheque que no es posible convertir en efectivo por la vigencia del corralito a cambio de billetes, aunque a un menor valor.
"El fenómeno se da porque hay personas que están dispuestas a salir del corralito pagando un alto costo por esto", comentó al diario Emilio Botto, analista del banco BNP Paribas.
Para quienes entregan cheques a cambio de dinero en efectivo el costo es de alrededor del 12 por ciento, mientras que algunas empresas muchas veces ganan más dinero por vender efectivo que por comercializar sus propios productos.
Quienes tienen sus ahorros en el corralito deben optar por esperar la devolución de su dinero en un cronograma de cuotas establecido por las autoridades o utilizar un certificado con el que por el momento sólo pueden adquirir viviendas o automóviles.
