Opinión: OPIN-06

Cartas a la dirección

La batalla de Caseros


Señores directores: Librada el 3 de febrero de 1852, amerita algunas consideraciones. Inglaterra, en la segunda mitad del siglo XIX divulga al mundo su propuesta de la división internacional del trabajo, donde cada país debe producir lo que mejor está preparado para hacer. Las naciones del mundo que no aceptaran esa propuesta, como por ejemplo EE.UU., Paraguay y la Argentina gobernada por Rosas, iniciaron un camino de desarrollo interno protegiendo su industria, que para el caso de EE.UU. la convirtió en potencia.

El proceso paraguayo fue interrumpido por la misma Inglaterra que lanzó contra el pueblo guaraní a los ejércitos de la Argentina, Brasil y Uruguay que destruyeron para siempre a ese país hermano.

El proceso argentino, iniciado por Rosas y que hubiera llevado a nuestro país al desarrollo, fue interrumpido por la traición de Urquiza en la batalla de Caseros, donde el conductor de ese ejército no fue el "supremo entrerriano", sino los militares portugueses (brasileños) históricos satélites de los intereses anglosajones. Luego de la derrota de Rosas en Caseros, el ejército brasileño-portugués desfiló en Buenos Aires vengando de esa forma la derrota de Ituzaingó, episodio que marcó el comienzo de la introducción de la Argentina en el modelo de la división internacional del trabajo propuesta por Inglaterra.

Es menester aclarar que la guerra de secesión de EE.UU. no fue como muchos creen una guerra idealista para acabar con la esclavitud, sino que fue un conflicto entre las industrias del Norte, necesitadas de proteccionismo para su desarrollo y enemigas del proyecto inglés, contra el Sur productor de materias primas, deseosas de vendérselas a su madre patria y de importar de allí sus productos manufacturados.

El triunfo del Norte fue lo que posibilitó que hoy, EE.UU., sea la mayor potencia del mundo, y Caseros, en la vida política económica de la Argentina, fue la piedra fundamental para crear una nación eternamente productora de materias primas y eternamente imposibilitada de alcanzar su desarrollo.

Conocidos los nombres de aquellos que evadieron el corralito al amparo de De la Rúa y Cavallo, salieron a la luz los eternos nombres de la oligarquía cipaya que históricamente han entregado al pueblo argentino. Ricardo Carreño. DNI: 4.283.845. Ciudad.