Economía: ECON-05

Algunas cifras


Desde el abandono del 1 a 1, el dólar ha pasado a cotizarse de $ 1,00 a $ 2,70. En los días previos a la caída de De la Rúa, en el mercado de Rosario el trigo valía $ 106,00 la tonelada; la soja $ 183,50 la tonelada y la carne a rendimiento puesta en frigorífico $ 1,10 el kg. En la tercera semana de marzo, el trigo cotizó a $ 225,00 la tonelada, la soja $ 324,00 la tonelada y la carne $ 1,75 el kg.

Si se mide en moneda de valor constante, en dólares, el productor cobraba en noviembre U$S 106,00 por tonelada de trigo; en tanto que hoy cobra U$S 83,33. Vendía la soja a U$S 183,50 la tonelada; mientras que en este momento la vende a U$S 120,00; y la carne (aun con el mercado de la CEE cerrado) la vendía a U$S 1,10 y hoy la vende a U$S 0,64 el kilogramo. Si medimos en pesos, vemos que el peso se devaluó el 170 %. En cambio la soja subió el 76,56 %, el trigo el 112 % y la carne sólo el 59 %.

Al realizar una lectura sobre estas cifras, se observa que "el beneficio" de la devaluación no es para el productor. Sin embargo, las retenciones, el impuesto por esa ganancia extraordinaria, las paga el productor. Así, "unos 750 millones de dólares pasarán de los productores al Estado".

El impuesto grava la exportación, pero es descontado del precio que obtiene el productor en el momento de fijar el valor de la mercadería. Por lo tanto, este beneficio queda en otro bolsillo. Sin duda el productor percibe más pesos que antes, eso no significa que pueda comprar más bienes que antes con esa mayor cantidad de pesos.

A la vez, las retenciones son un mal impuesto. Es sabido que la justicia de un tributo, además de conseguir recursos para el Estado, tiene que ver con determinados conceptos: gravar con mayor intensidad la renta fácil que aquella que se obtiene con esfuerzo; que no sea trasladable, esto significa evitar que lo termine pagando otra actividad que aquella que se quiere gravar; que tributen las manifestaciones de riqueza o de ganancia y no sólo las de producción; que aliente determinadas actividades que interesan a la sociedad, etc. A pesar de esto, las retenciones no cumplen con ninguno de estos recaudos. Simplemente se trata de un impuesto fácil de cobrar.