Area Metropolitana: AREA-04

"No queda margen para especular".

Juan José Maspons, flamante titular de Obras y Servicios Públicos. Dice que su función será fijar prioridades. Que habrá que agudizar el ingenio para administrar los recursos. Y que el ajuste político fue más que un gesto.


Juan José Maspons pasó hace días a ocupar la secretaría más grande de la Municipalidad santafesina, tras la inédita fusión de Obras y Servicios Públicos. De un perfil más político y negociador pasó a dirigir un área que concentra el mayor porcentaje de agentes, unos 2.800. Su designación sorprendió, pero él asegura que estas reformas ya se venían conversando con el intendente Marcelo Alvarez desde fines del año pasado, y que en Gobierno ya había cumplido un ciclo.

Afirma que en esta nueva función su objetivo será aprovechar al máximo los recursos humanos y materiales. Para ello sumó Delegaciones a un área totalmente operativa, mientras que Tránsito estará bajo la misma órbita que Medio Ambiente, y Control pasó a la Secretaría de Desarrollo Económico y Urbano.

Una obra de iluminación con material recuperado, un operativo de recolección de hojas, controles estrictos para el uso del casco y cinturón, y el estudio de la nueva concesión del transporte urbano, que se hará en el 2004, entre las novedades.

-¿Fue un reconocimiento a su lealtad, como dijo Alvarez cuando asumió, o es un castigo que lo hayan destinado a esa repartición?

-Lo tomo como un reconocimiento. Cuando comenzamos a hablar estas reformas, sobre fin del año pasado, entendí que el ciclo está cumplido en Gobierno. Yo soy de las personas que entienden que lo importante no son los cargos, sino los objetivos, y para eso hay que poner a las personas más idóneas. En Gobierno durante dos años desarrollamos una tarea con un perfil determinado. El intendente Alvarez llegó a la Municipalidad apoyado por Reutemann y Obeid, y en dos años tratamos de incorporar una figura nueva a la política local como Alvarez, con un perfil propio, buen consenso en la gente, y con una relación particular con el Concejo que tuvo muchos vaivenes. Seguimos adelante, desarrollamos desde el punto de vista político lo que el intendente se había puesto como meta, que era un plan ordenado de obra pública sin endeudamiento y tratando de potenciar los servicios dentro de la crisis.

-A usted le toca desde estas dos áreas operativas administrar la pobreza. ¿Cómo va a hacer para que eso no se traduzca en una pérdida de la calidad de vida para la gente?

-Fijando prioridades que, en mi área, son mantener los servicios esenciales: el barrido, la recolección, el relleno, el transporte y la atención de servicios básicos de limpieza de la ciudad. Santa Fe es una ciudad limpia, en términos generales, comparada con otras. Todavía nos falta la cultura de saber que los vecinos somos los principales responsables de la limpieza, y es la función del Estado contribuir con eso.

-Fue sorpresiva la decisión de Alvarez de pedir la renuncia a todo su gabinete y armar este nuevo esquema.

-En lo personal no me sorprendió, porque veníamos conversando desde fin de año sobre este tema. Todos conocemos la forma de trabajar de Marcelo. Tratamos de poner la cabeza delante de la boca, de pensar las cosas y decirlas con un esquema armado y aceitado. Es un ajuste grande, del 50 % de la planta política. No es para pensar que el resto de la gente sobraba: son tiempos distintos y prioridades distintas.

-¿Es más que un gesto?

-Sí, nosotros decimos que es un gesto porque en los tiempos que corren la gente lo que espera son resultados. Es un gesto la reducción salarial para el personal político; pero hay cosas que no se ven como la reducciones puertas adentro en gastos operativos y demás.

-En algún momento, algunos funcionarios y el mismo intendente admitía que en este momento de vacas flacas cuesta encontrar gente dispuesta a ocupar un cargo de tanta exposición.

-Uno pasa por situaciones gratificantes e incómodas. Me lo planteo muchas veces y creo que tiene que existir vocación de servicio. Dejé mi carrera por esto, y la satisfacción la encuentro cuando puedo contribuir para que una persona solucione su problema. Quizá sea una visión pequeña, pero es lo que me motiva. Mi papá era así, se dedicaba mucho a los pobres y en él vi la satisfacción que sentía cuando le podía solucionar el problema a una persona.

-Pero hasta las buenas intenciones pueden estar viciadas, porque muchas veces se hizo demagogia con eso.

-Es verdad. Es cuando se piensa siempre en función electoral.

-¿Alguien puede sacar una tajada de esta situación actual?

-No creo que quede margen para ser mezquino. Si algún político sigue pensando las cosas con visión electoralista, la está errando. Me parece que la gente se va dando cuenta y diferencia con el tiempo a las personas. No hay margen para especular, hay que trabajar por la gente, y si no, volverse a casa.

Dos visiones para el transporte


La problemática del transporte de pasajeros, y en particular el subsitema de colectivos, es tema obligado con quien ocupe Servicios Públicos. Para Juan José Maspons es un problema central que tiene dos visiones igual de importantes. "Una es el problema de coyuntura, con empresarios que se quieren ir y con ideas para que el boleto aumente. La sensación nuestra es que la gente no se banca un aumento del boleto, y a nosotros nos cuesta desde el punto de vista político tener que tomar esta decisión".

El otro escenario es el de la concesión en sí, que vence en el 2004. Para el funcionario, "este año hay que empezar a trabajar en el diseño del nuevo sistema de transporte, con toda la experiencia de lo que pasó, de lo que ocurre en el país. Son años por delante en que no se pueden cometer los errores que se cometieron, y nuestro objetivo es que el transporte, en la próxima gestión, deje de ser una preocupación central".

-¿Usted avala esta modalidad de autogestión, que ya pusieron en práctica algunas líneas y amenaza con ser la única salida?

-Digamos que está dando resultados. Escucho empresarios que dicen que se van y pienso en la población sin el sistema de transporte básico. Hoy, otro empresario que se haga cargo, no hay. La salida que se encontró es el sistema de autogestión, con colectivos distintos, con variantes y sacrificio de los empleados. El hecho de que el trasporte ande es un tema central, y eso es importante.

Dos anuncios


Dentro del escaso margen que deja la crisis, el flamante secretario de Servicios Públicos, a cargo de Obras Públicas, Juan José Maspons, anunció que el martes próximo se va a comenzar con la iluminación de 300 metros de calle Mendoza, antes de la circunvalación, en jurisdicción de Santa Rosa de Lima. Para ello se reciclaron columnas que se habían sacado de otros lugares y se trabajó con luminarias que estaban disponibles. Todo se hace con personal municipal.

También el martes se va a iniciar un programa de recolección de hojas, con varios camiones a la mañana y a la tarde, y otros dos el fin de semana. Se concretará en los horarios habituales del personal, esto es sin pago de horas extra.

La crisis obliga a agudizar el ingenio: para eso se propuso utilizar las motoguadañas también los fines de semana, con personal que voluntariamente opte por ese horario de trabajo, en un esquema que se está diseñando.