Opinión: OPIN-07

Cartas a la dirección

Aprender un oficio


Señores directores: La escuela está en crisis en casi todo el mundo. Debe armonizarse con las necesidades del mundo del trabajo. Los alumnos tienen que aprender aquello que genera competencia y habilidades. El desafío es tener una escuela que nos enseñe a trabajar. Eso debe ser la escuela. Cambiar la idea de ``M'hijo el dotor''; la teoría será eficaz unida a la práctica. Sembrar la semilla de los valores de la vida humana y educar a los hijos en el sacrificio y la austeridad.

El oficio no te hará rico, quizás; pero te va a dar de comer. Según Gastón Gori: ``La vagancia aparece en el antecedente histórico como un estado al que se inclina libremente el individuo, como un rechazo a la ocupación en oficios o el conchabo con señores''.

Hacer del oficio el mejor método para evitar la vagancia y la delincuencia juvenil. El ocio es el peor amigo de la juventud. ``...Es difícil ubicarse, no soy un pobre tipo cuya única posibilidad es la pala, una azada o un hacha, pero tampoco tengo un oficio que me permita ganarme la vida en cualquier país. Uno debería aprender, al mismo tiempo, un buen oficio manual. Si por una u otra razón fracasa en los estudios, siempre podrá defenderse en la vida''. Esas son palabras de mi prédica en este relato, pero confieso que son de Henri Charriére (Papillón).

Termino aconsejando como viejo abuelo, que ha experimentado la falta de oficio, empieces desde ya a cumplir mi propuesta. Además, ello te servirá en tu ancianidad a entretenerte en un ocio constructivo. Si lo logran ``Todos serán forjadores de la alegría y a martillazos harán brotar la risa del sonoro yunque de la vida'' (Jack London). Martín Molinas. LE: 3.335.529. Ciudad.