Rosario (C).- Ante empresarios, banqueros y analistas económicos de todo el país, el gobernador Carlos Reutemann pronunció esta mañana un discurso de acentuada proyección política, en el que mencionó al "clientelismo, la dependencia del Estado y la resistencia a las normas" como problemas culturales que afectan al desarrollo del país. Hacia el final dijo que la posición de la Argentina en el mundo dependerá de cómo se resuelvan los conflictos. Y que para recuperar lo que denominó "el contrato social" es indispensable "ir liberando los depósitos y presentarse ante los acreedores externos con un programa de reestructuración de la deuda".

Su intervención abarcó críticas a la relación de las provincias con la Nación, acentuando la asimetría en las transferencias impositivas y lo recibido por coparticipación, y la mención a su propuesta de formas de democracia semidirecta -como referéndum, revocatoria de mandatos y audiencias públicas- para superar la aguda crisis de representatividad en la que deambula el país.

Las palabras del mandatario santafesino al iniciarse el 38° Precoloquio de Idea, ante una audiencia compuesta por influyentes representantes de la producción y la dirigencia empresarial, sonaron a una especie de manifiesto político. Aunque después ratificaría que no es candidato, resultó imposible despegar su alocución de la de un dirigente que, ajustado a un calendario muy personal, va construyendo una postulación.

Reutemann pasó revista al quebranto nacional. Dijo que el incumplimiento de los compromisos internacionales y el corralito derivaron en el escenario de crisis del sistema financiero, que se suman a la agudización de la recesión, desocupación y pobreza. Planteó varios ejes de la debacle: desequilibrio fiscal en el marco de la convertibilidad, poca competitividad de la economía y problemas institucionales. "Pero nuestro problema básico es la falta de crecimiento de la economía que se registra desde la década del 70. Ese es el punto que tendremos que resolver si queremos un país sustentable".

Tras declarar que Argentina "tiene hoy casi un 50 por ciento de la población viviendo bajo el nivel de pobreza", el gobernador incluyó a "la imprevisión, el desorden, el endeudamiento, la evasión impositiva, el clientelismo político y la dependencia del Estado" como los problemas culturales que estancan a la Argentina.

Y a partir de esa referencia le explicó al auditorio que su administración en Santa Fe trata de actuar distinto. Comentó que en la provincia "hemos hecho todo lo posible por acercarnos al equilibrio presupuestario. Y lo hemos logrado limitando el endeudamiento y eliminando gastos innecesarios". También dijo que se buscaron impulsos al empresariado privado santafesino analizando alternativas de inversión y aportando capacitación tecnológica. También exhibió "ejemplos" locales de producción. "En medio de la crisis, ciudades como Rafaela mantienen exportaciones en sectores de alto valor agregado como el metalmecánico, se recupera la venta de máquinas agrícolas y la actividad frigorífica".

Sostuvo que "generar riquezas aumentando las exportaciones es el único camino posible hacia el crecimiento", y que "necesitamos tanto empresas nacionales fuertes como extranjeras dispuestas a invertir en variados rubros". Lo escuchaban pesos pesado de compañías de primera línea: Oscar Vicente (Pérez Companc), Fulvio Pagani (Arcor), Juan Carlos Masjoan (Telecom) y Emilio Cárdenas (Banco HSBC), Miguel Kiguel (Banco Hipotecario) entre ellos. Entre los 600 miembros del público se contaban representantes de la industria, del comercio exterior y del mundo financiero de primer nivel.

Le enrostró a la Casa Rosada la obligación de resolver dos problemas clave: "Primero su enorme endeudamiento y segundo las cargas impositivas que desalientan la actividad de un país que grava más la producción que la renta financiera". Aquí hizo oír con fuerza sus reproches. "En concepto de presiones impositivas, Santa Fe transfiere muchísimos millones de dólares al resto del país sólo del sector agrícola, mientras que, por otro lado, tenemos un escasa participación en el endeudamiento global de la Nación".

Parco, hierático, inmutable. Presentado como "un ex corredor de Fórmula 1 que viene de Santa Fe", Carlos reveló en la pantalla su rígida e inexpresiva máscara.

"Sonría, muestre su felicidad por estar acá", lo invitaba en vano el conductor, mientras la cámara mostraba en primer plano el rostro inalterable. Solamente sobre el final de la presentación, Carlos se permitió un gesto: levantar la mano sosteniendo en alto los dedos índice y mayor. "¿Esa es la `V' de la victoria?", interrogó el conductor. "No. Es que voy a salir segundo", respondió el increpado, rompiendo el silencio y reflotando un viejo chiste deportivo, al que a veces se busca asignar connotaciones políticas.

Fue anoche, pasadas las 22, por la pantalla del Canal 13 de Santa Fe. "No es Carlos Reutemann", había aclarado irónicamente minutos antes Marcelo Tinelli. Junto a las imitaciones -más o menos felices, según los casos- de Eduardo Duhalde, Roberto Lavagna, Luis Barrionuevo, Rodolfo Daer, Hugo Moyano, Graciela Camaño, Elisa Carrió, Raúl Alfonsín, José Manuel de la Sota y un desopilante Adolfo Rodríguez Saá, la emulación satírica del personaje del gobernador santafesino ya está instalada en el horario de mayor audiencia de la televisión argentina, en la primera versión del año del "Gran Cuñado". Y, como los demás, sometido a la voluntad del público, que con su voto le asegurará la permanencia en la "casa" o lo sacará de carrera.

Rosario (C).- Esta mañana se inició en la Bolsa de Comercio de Rosario el 38° Precoloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). La agenda de actividades incluye debates sobre aspectos políticos, económicos, empresariales y de la problemática social. Y los paneles hacen confluir a representantes de las principales empresas, bancos, instituciones sectoriales y del ámbito académico de todo el país.

La apertura del programa estuvo a cargo del gobernador Carlos Reutemann y del intendente rosarino Hermes Binner. Este último adjudicó "a una década de políticas neoliberales" el estado de colapso del país. Fuera del auditorio de la Bolsa de Comercio, en la céntrica esquina de Paraguay y Córdoba, había una ruidosa manifestación de unos 500 desocupados. El edificio de la Bolsa y los manifestantes estaban separados por una gruesa columna policial.

"¿Qué nos pasó?": esta pregunta es el eje de los distintos debates. Entre los encargados de contribuir a responder se encontraban Ricardo Arriazu (ex titular del Bansud), Natalio Botana (sociólogo e historiador), Luis Bameule (presidente de Quickfood), Pablo Ferrés (Terminal 6), Enrique Szewach (consultor), Susana Torrado (Conicet), Juan José Llach (ex viceministro de Economía).