El diputado nacional Julio Gutiérrez se reunió ayer con el vicepresidente del Banco Central, Aldo Pignarelli, para analizar la situación de los bancos Bersa, Suquía y Bisel, a partir de la decisión del Crédit Agricole de abandonar el país.

En el encuentro, Pignarelli explicó que el Banco Nación administrará los fideicomisos de cada uno de los tres bancos, pero sin aportar dinero, sólo las carteras, al tiempo que le confirmó que el Banco Central le otorgó redescuentos para que puedan atender a los clientes y desarrollar sus actividades normalmente.

Según explicó Julio Gutiérrez, la intención del Banco Central es vender las tres entidades por separado, al tiempo que le confirmaron que para el Bersa había varios interesados, para el Suquía uno y que se estaba analizando la situación del Bisel.

El problema de esta última entidad era la cantidad de sucursales que tiene, lo que complicaría su transferencia sin una previa reestructuración o división para venderlo en partes.

De todas maneras, es inevitable un achicamiento del sector bancario producto de la caída de los depósitos, a punto tal que calculan la fusión de entre 30 y 40 entidades.

Para el caso de estas tres entidades con problemas, el Banco Central tiene una reserva de 20 millones de pesos para llevar adelante los procesos de reestructuración, en caso de ser necesarios.