Señores directores: Hoy me atrevo a creer que la Argentina volverá nuevamente a ser receptiva de habitantes de toda la Tierra y que pronto se cortará la emigración de miles y miles de argentinos que no encuentran en su propia tierra un trabajo digno con el cual mantenerse a sí mismos y a sus familias. Con cada vez mayor desocupación y con más personas viviendo en la indigencia, la Argentina se encuentra ahora frente al desafío inmediato de volver a aplicar los principios libertarios que atrajeron a millones de inmigrantes en busca de prosperidad, como ocurrió a inicios del siglo XX, cuando los europeos decidían sin mayor problema entre irse a Buenos Aires o a Nueva York; o, en cambio, reiterar las medidas populistas para generalizar así la pobreza, la violencia, e incentivar al éxodo masivo de su población más productiva.

¿Cuál es el modelo económico que debemos implementar de inmediato para terminar con ese desangrante éxodo? ¿Qué debemos hacer para generar más y más fuentes de trabajo genuinas, lejos de los burocráticos empleos estatales que a través de acomodos políticos reparte una clase dirigente inepta y corrupta? Cuando el Estado asfixia a la iniciativa privada con muchas trabas burocráticas, cuando en la mentalidad colectiva se instala la idea de que sólo es el Estado quien debe darnos de comer, regalarnos la vivienda, suministrarnos la salud y la educación, y que a la población sólo le queda reclamar por esos derechos. Entonces, ¿quién genera la riqueza? ¿quién genera los bienes que supuestamente hay que repartir?

El Estado va devorando todo, se apropia de los ahorros de la gente, luego viene por más y se devora las propiedades muebles e inmuebles de la población (caso Cuba) y toma las riendas de toda la economía. Entonces la población es 100% pobre, el Estado es dueño de todo, gerencia ineficientemente miles de empresas, decide quién puede comprar, qué se debe vender y a quién, qué se debe informar, cómo se debe educar... Los países en donde el Estado avanzó sobre la iniciativa individual tienen el producto bruto por habitante más bajo de la Tierra. En cambio los países que más respetan la iniciativa individual son los más prósperos y a donde quieren emigrar los jóvenes de los países populistas con economías estatales.

¿Cuál es la salida? Lo primero es volver al mundo, al único mundo que hoy existe, al mundo en donde están los países a los cuales se quieren ir nuestros hijos, volver a tener seguridad jurídica, a respetar los contratos, al orden, volver a la ley. Tener una moneda fuerte, un presupuesto equilibrado, un Estado pequeño y eficiente, una economía abierta al mundo y estar alineados con aquellos países que sostienen los valores antes enunciados. Rubén Torres.

Señores directores: Nadie pudo imaginar que esta situación iba a ocurrir en nuestra Argentina. Sumida en esta larga agonía y reconociendo que no cuenta con recursos para pagar sus deudas. De nada le sirven a este gobierno los miles de artilugios para salir de esta debacle en que se ha metido en vez de tratar de reducir sus gastos. El Estado, no conforme con ser el responsable de la quiebra de miles de empresas, sólo piensa en mantener su nivel de gastos y no despedir un solo asesor o ñoqui, sí esquilmando indefinidamente al sector privado, no les importa si un millón o cuatro estén sin empleo, sin coberturas sociales, sin seguridad; no les importa. Éste es el momento para los verdaderos empleados que son útiles al país, de protestar para afuera, exigiendo la inmediata expulsión de tantos vagos y ladrones enquistados en el gobierno en la función pública, empezando por los nombrados por el último gobierno (y esto que sucedió en la Nación se extiende a las provincias y municipios). Por favor: no nos sigamos engañando; este despilfarro estatal le está haciendo mucho mal a nuestra Nación y a la mayoría de nuestra sociedad. Pedro Sgarbossa. LE. 6.336.354.