Educación: EDUC-01

Producción de energía: el sol es más que una fuente de calor

En nuestro país los desarrollos son aún incipientes.

El Litoral. POTENCIAR. Los investigadores estiman que es necesario crear conciencia en la sociedad sobre el valor de este recurso, como se hace en los países desarrollados.

Investigadores universitarios dictaron un curso en la UTN. Es necesario dar pasos concretos para la utilización de este recurso renovable.


La energía solar es uno de esos desarrollos que admiramos de los países del primer mundo, pero que en nuestro país, pese a contar con condiciones excepcionales, no se ha podido instalar como una opción de consumo masivo.

El Arq. Fabián Garreta, investigador del Centro de Investigación, Hábitat y Energía de la UBA, y el Ing. Gustavo Fernández, consultor del Dircon (Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa) dictaron en la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional un curso de introducción al uso de la energía solar denominado El sol más que una fuente de calor.

Precisiones


Sobre el estado de las investigaciones y la situación de este tipo de desarrollos en nuestro país, los expertos brindaron su opinión.

-¿Cuál es la situación actual de la energía solar en la Argentina?

-En el país, todo lo que se ha desarrollado en temas de energía solar siempre fue en un marco experimental o demostrativo. Falta dar el paso para hacer concretas estas cosas en el mercado. Creo que hay posibilidades y tecnología. Y en cuanto a costos, en lo que es energía solar térmica, bajaron. De reactivarse un poco el mercado, tiene que implementarse de forma seria, y utilizarse en instalaciones reales, como de hecho estamos haciendo lentamente. Ya las hay en Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, y proyectos en otras provincias.

-¿Qué esta faltando para el salto en el mercado?

-Todas las explosiones en el mercado están promovidas por algún organismo que ve interesante su aplicación. Los emprendimientos de energía renovable son todos hechos privados y muy puntuales. Por otro lado, no hay una educación en energías renovables en la escuela primaria o secundaria para instalarla en la sociedad. En el mundo esto ya es un hecho y nosotros venimos un poco rezagados. Y a pesar de que desde el gobierno se acompaña muy poco a estos proyectos, a la larga van a surgir.

-¿Cuáles son los costos de la implementación de esta tecnología?

-Los costos varían según la aplicación que uno haga. Con respecto a las aplicaciones fotovoltaicas, se han encarecido por el incremento del dólar, ya que todos los elementos que se utilizan son importados. Hoy por hoy, es difícil hacerlas rentables o amortizables en un corto tiempo. En el caso de la energía solar térmica la industria nacional se ve beneficiada dado que los equipos que nosotros estábamos utilizando eran de origen externo, y ahora, con la disparidad con el dólar, se pueden fabricar acá. A medida que vaya evolucionando la utilización de este tipo de elementos se puede trabajar en una fabricación seriada o semi-seriada para que el costo siga bajando y, por ende, el precio de las instalaciones.

-¿Hay investigación relacionada con este tema en nuestro país?

-Estamos muy avanzados en la investigación y, fundamentalmente, en sus aplicaciones. Falta despertar la inquietud a nivel masivo, lo cual generalmente se ha hecho vía empresas privadas. Creemos que con cursos y una buena formación en temas de energía solar se irá formando conciencia de lo que significa el uso de este tipo de energía y se dará así una buena evolución.

-¿Tenemos ventajas naturales para la utilización de este recurso?

-La Argentina es un país que tiene un potencial solar enorme. En general toda la zona rural tiene buen sol. El noroeste argentino tiene un sol excepcional, con niveles de radiación comparables con los mejores del mundo. Por ejemplo, en Jujuy, Salta, Catamarca, parte de la Rioja y hasta San Juan tienen muy buenos niveles de radiación, que están por encima de cualquier otro recurso renovable.

-¿En qué casos se está aplicando en la actualidad la energía solar?

-En general la aplicación más común es en viviendas rurales, boyas, electrificación rural, boyeros y telefonía rural. Hace unos años hubo un emprendimiento de la empresa jujeña de energía que puso casi 3.000 paneles en viviendas aisladas. Las familias iban pagando la mitad del costo de instalación en unos años y el resto el gobierno. Creo que éste es el primer desarrollo de orden público, los demás son todos privados y con dificultades de conseguir subsidios.

Difundiendo el tema, intercambiando información con la gente que está en eficiencia energética o uso racional de la energía, esto se potencia mucho. Es el camino real que hay que transitar y, de hecho, lo hacen los países desarrollados en este campo. En algún momento se va a armar un mercado real. Por el momento, hay muchas empresas chicas a las que les cuesta sobrevivir porque es un mercado incipiente.