Medio Ambiente: MED-03

Contaminación de recursos hídricos


Según estimaciones realizadas por expertos, hace 10 años, nuestro país necesitaba entre 8 y 10 mil millones de dólares de inversión en obras de depuración de líquidos cloacales. Hoy, se estima que esa cifra ya no alcanza para todo lo que habría que hacer y no se ha hecho.

"El país no está preparado para aprovechar el financiamiento externo disponible" para este tipo de obras, aseguró el Dr. Ricardo Serra, especialista de la Universidad de Buenos Aires, quien junto con el Ing. Osvaldo Postiglioni -también de la UBA- estuvo en Santa Fe dando un curso sobre contaminación de recursos hídricos para la Maestría en Evaluación de Impacto y Gestión Ambiental, que se dicta en la Universidad Católica.

"Cada jurisdicción debería tener el objetivo de mantener sus recursos hídricos en condiciones adecuadas -sostuvo Postiglioni-; lo que ocurre es que a cada objetivo de calidad va asociado un costo, que tiene que ver con la construcción de plantas depuradoras, con mecanismos de recuperación de los cursos de agua, con medidas de control e inspecciones. Ese costo alguien lo tiene que pagar, y en la situación económica en que estamos, resulta difícil asignar recursos a este tipo de cosas, pero yo creo que no hay que pensar en la coyuntura. Si queremos darle sustentabilidad al uso del agua de la cuenca, hay que mantener un programa continuo de gestión, hay que asignar recursos para que el Estado y la autoridad de aplicación cumplan con su función y además tomar las medidas de promoción e incentivos para que la industria haga lo suyo".

En ese sentido, ambos profesionales coincidieron en señalar que "en nuestro país no hay un esquema director que se haya podido llevar a la práctica, hay algunas acciones aisladas, nada más".

Hacer un diagnóstico adecuado


Postiglioni señaló que hay "procesos físicos, químicos y biológicos que se pueden dar en distintos ambientes acuáticos" y que los criterios de calidad se establecen en función de los distintos tipos de usuarios que tiene una cuenca y según el cuerpo de agua de que se trate, ya que cada uno se comporta de manera distinta ante la descarga de aportes contaminantes.

"Lo primero que hay que hacer es un diagnóstico general, una priorización de los problemas, una cuantificación de esas situaciones como para saber qué es lo más importante, y una vez que tenemos eso, analizar el comportamiento de cada uno de esos ambientes hídricos para saber en qué medida pueden estar preparados para soportar esas determinadas cargas", explicó el especialista.

"Normalmente hay que tomar medidas de control, porque los aportes contaminantes sobrepasan la capacidad de recepción. Ahí aparecen medidas de gestión, de control, de depuración y tratamiento, aplicación de tecnologías, y a veces medidas de tipo no estructural como pueden ser los convenios de manejo de cuenca".

Hay que destacar que cada actividad humana tiene algún impacto en los recursos hídricos: en las cuencas urbanas, son significativos los efluentes cloacales e industriales; en las cuencas rurales, los aportes provenientes de la actividad agrícolo-ganadera; en vías navegables y en lugares turísticos, los que derivan de esas actividades.

Falta inversión


Con respecto a los efluentes cloacales, Serra indicó que "en nuestro país, en general no hay grandes plantas de tratamiento en las grandes ciudades, son muy pocas las que lo tienen y las que tienen algo, no lo tienen completo".

Advirtió que "en casi todos los lugares ha crecido la cantidad de gente con servicio público de agua y cloacas, razón por la cual hay cada vez más efluentes cloacales, pero no se realizan las inversiones necesarias en redes troncales y plantas de tratamiento que acompañen ese crecimiento".

El experto señaló asimismo que "existen distintas tecnologías para tratar de lograr que el líquido que se vuelque a un curso de agua no lo afecte mayormente, y muchas de ellas son excesivamente sencillas y baratas, hay soluciones a todo nivel. Argentina tuvo, durante décadas, sistemas de tratamiento en algunos lugares sumamente baratos y sencillos", concluyó.

Laura Osti