Lo pintaron dos jóvenes hermanos, estudiantes de Teología y Dibujo. Está en el altar de la capilla Nuestra Señora del Carmen. Esta tarde, monseñor Blanchoud presidiría la procesión y celebraría allí la misa.
Lucas Lugli tiene 22 años; Juan Ignacio, 19. Desde hace dos meses, aprovechan los momentos libres para ir al cementerio, a pintar.
Lucas es maestro de Dibujo y su hermano estudia en el Profesorado de Filosofía. Una propuesta del padre Alfredo Wolchen, capellán del lugar, vino a unificar ambas vocaciones: la idea era pintar un mural que representara la interpretación del cristianismo por jóvenes santafesinos.
Los hermanos no pertenecen a ninguna parroquia ni grupo de la iglesia. "Nos dieron absoluta libertad para poder hacer nuestra interpretación", aseguraron esta mañana, mientras le daban los últimos retoques a su obra.
"El mural está realizado en base a materiales especiales, porque la humedad sobre la pared, podría perjudicarlo", explicó el especialista en la materia; y agregó que "las técnicas utilizadas fueron óleo y acrílico".
La primera etapa del trabajo la concretaron en su casa, de Castelli al 4100. Después, los chicos utilizaron el tiempo que tuvieran disponible -de día o de noche- para trasladarse a pintar al cementerio.
Con el sudor de su frente
Para lograr el trabajo, cada uno aportó lo suyo. Juan Ignacio indagó en la parte teórica; Lucas puso su experiencia práctica. "Estamos conformes porque sentimos que es nuestro, que pudimos decir lo que quisimos", explicaron los chicos, y aseguraron que "muchas veces hay restricciones en el arte sacro".
"Con este cuadro me siento realizado; porque además pudimos hacerlo juntos", confesó el hermano menor.
