Buenos Aires.- Un sargento retirado de la Policía Federal, padre del joven que habría custodiado en los momentos previos a la liberación a Antonio Echarri fue detenido en el marco de la causa por su presunta vinculación con el caso, mientras siguen los operativos para dar con otros tres implicados en el secuestro del padre del actor Pablo Echarri.

Según revelaron a DyN fuentes directas del caso y del Ministerio de Seguridad bonaerense, el último detenido se llama José Luis Dicugna, tiene 51 años y lleva 20 años retirado de la Policía Federal con el grado de sargento.

En tanto, uno de los hijos del ex policía, Ezequiel Dicugna, de 23 años, que trabaja de remisero, sería el joven que vigilaba a Antonio Echarri, durante su cautiverio, y que logró escapar minutos antes de que llegara la Policía Bonaerense.

Según contó el propio Antonio Echarri, el joven Dicugna lloró con él cuando vio a Pablo Echarri pedir "silencio y piedad" a los medios y reclamó a la policía que liberara las calles.

La pareja de Ezequiel Dicugna, Paula Gallegos, se mostró consternada hoy ante la noticia y, entre sollozos, le pidió perdón a los Echarri por el dolor que les pudo haber causado el padre de su pequeño bebé.

Pero la mujer aseguró que no sabía nada de lo que pasaba en la vivienda, a la que no fue en toda la semana porque estuvo enferma. "Mi marido me mintió, me dijo que se iba de viaje y que yo fuera a lo de mi mamá porque iba a estar segura, ya que éste es un barrio muy peligroso", aseveró.

Así, Ezequiel Dicugna habría quedado a cargo de la casa de Sarcione 792, de la localidad de Burzaco, donde estuvo cautivo el padre de Pablo Echarri. Enfrente de esa modesta casa vivía el padre del joven, que ahora está preso. De acuerdo con las fuentes consultadas por esta agencia, Dicugna padre le salió de garante hace ocho meses a su hijo para que alquilara esa casa, pero hacía cinco días que el propietario no recibía dinero.

Si bien algunas versiones habían dado cuenta que Dicugna padre habría sido quien le entregó datos a la policía para que rescataran a Echarri, lo cierto es que las fuentes consultadas por esta agencia desmintieron ese rumor. Y confirmaron la detención del policía retirado, en calidad de sospechoso.

En tanto, hasta anoche se hacían distintos procedimientos para dar con Ezequiel Dicugna y otros dos sujetos que habrían formado parte de la banda.

"Ya tenemos identificados a todos los que habrían sido parte de la banda. Quizás falte el entregador o algún partícipe necesario, pero seguimos investigando", añadieron las fuentes a DyN.

Precisamente, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, confirmó que continúan "las órdenes de allanamiento y esperamos tener más detenciones de la banda de delincuentes".

Y defendió el accionar de la Brigada Antisecuestros de la Policía Bonaerense y del juez federal Manuel Blanco, que actuaron con "colaboración de la Side" en los procedimientos que culminaron en la liberación, tras cuestionar la actitud adoptada "por algunos medios de comunicación" que "utilizaron mecanismos para desprestigiar" su figura.

Mientras tanto, el juez Blanco indagaba esta noche a Josefina Ramona Arguero, de 52 años; y su hijo Juan Carlos Cajigal, de 32, quienes fueron arrestados en la noche del miércoles último, a pocos metros del Congreso, cuando iban en un remís a comprar un auto usado con parte de los billetes marcados que había entregado Pablo Echarri como pago del rescate. Por el caso también fueron detenidos en una serie de procedimientos en la Capital Federal y el Gran Buenos los imputados Eduardo Wilson, Vanesa Castro, Dionisio Furtado y Germán Ferrán Luna, según las identificaciones dadas por los voceros. Fue precisamente la madre de este último, María Teresa Luna, de 60 años, la que ayer, acompañada por un amiga, se presentó en la comisaría sexta de la Capital Federal para entregar 32.200 pesos y 3.900 dólares, pagados por el rescate, tal como había adelantado en la víspera esta agencia.

El propio Cafiero confirmó también que se logró recuperar el 95 por ciento de los 199 mil pesos pagados por los Echarri, la mayoría de ellos en efectivo y una pequeña parte en pertenencias que ya habían comprado.

Es en ese marco que el juez Blanco entiende que el caso está "semicerrado", pero en los tribunales se mostraron cautelosos a la hora de detallar las versiones desplegadas por los detenidos a la hora de dar explicaciones sobre cómo habían ocurrido los hechos.(DyN)

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