Buenos Aires.- Tras pasar 29 días preso el sacerdote, Julio César Grassi, recuperó hoy su libertad, no obstante que la jueza lo procesó por dos hechos de presunto abuso a menores y un tercer caso de supuesta corrupción agravada.

Grassi estaba detenido desde el 24 de octubre último por supuesto abuso deshonesto y corrupción de menores a los que debía proteger, luego de que un informe de "Telenoche Investiga" difundiera el testimonio de algunas posibles víctimas.

La jueza de Garantías de Morón, Mónica López Osornio, procesó hoy al cura -titular de la Fundación Felices los Niños-, pero dispuso su libertad vigilada mientras continúa la investigación.

En una primera declaración la magistrada sostuvo que "he resuelto tener por acreditados algunos de los hechos pedidos por la fiscalía por considerar justificada la sospecha de participación de Grassi en los mismos".

Agregó que "se trataba de dos hechos de abuso deshonesto agravado en concurso real" contra un joven conocido como `Gabriel' y "un hecho de corrupción de menores agravada" sobre otro chico identificado como `Ezequiel'. Sus nombres reales nunca trascendieron.

De todos modos, López Osornio resolvió "no dictar la prisión preventiva" solicitada por la fiscal Rita Bustamante al "entender que la medida era excesiva y podía mantenerse con otras medidas distintas", tales como la libertad condicional y restringida.

El miércoles, justo en el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil, la instructora de la causa, Rita Bustamante, solicitó la prisión preventiva del sacerdote por "cuatro hechos" de presuntos abusos sexuales contra dos menores.

Así que ahora Grassi deberá estar acompañado por una persona autorizada por el Juzgado, podrá trabajar en la fundación sólo de 8.30 a 18.30 siempre en compañía, no podrá pernoctar allí y deberá radicar domicilio en otro sitio como, por ejemplo, la casa de algún familiar.

No "podrá acercarse a alguna de las víctimas" así como tampoco a "algún menor" de la Fundación Felices Los Niños si no está junto a su acompañante, que deberá hacerse responsable de la situación y presumiblemente va a ser "una madre superiora", según indicó la López Osornio.

La jueza, en declaraciones periodísticas, insistió con que "estas condiciones deben cumplirse para poder mantenerse (Grassi) en libertad" e hizo hincapié en que "va a permanecer en libertad mientras cumpla con las obligaciones" impuestas.

La novedad procesal le fue transmitida a Grassi por la propia jueza en los tribunales de Morón y luego el cura salió a la calle, ya con las manos libres y sin esposas, a dar la noticia a los periodistas, elogiar a la jueza, y "dar gracias a Dios".

"Puedo ir adonde quiera, simplemente en ciertos casos, si quiero ausentarme más de 24 horas en mi domicilio, tengo que avisar", proclamó el sacerdote a los periodistas antes de avisar que iría a su fundación, en la localidad de Hurglingham, para "abrazar a todos los chicos".

Con respecto al procesamiento y las acusaciones que sobrelleva, el cura se limitó a reiterar que considera todo "una gran equivocación, una gran mentira, y una gran injusticia" para luego sostener que "ahora hay que trabajar para que quede plenamente demostrada mi inocencia".

Finalmente y aunque el proceso parece encaminarse al juicio oral, dijo que "al final del proceso voy a pedir justicia para todos los que dañaron a la fundación", aunque previno que lo hará "con caridad" hacia los chicos.

Por su parte, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodwate, subrayó que la jueza "resolvió como había dicho la fiscalía que la mayoría de los hechos, están probados y existe alto grado de probabilidad de que Grassi sea autor responsable".

En tanto, el abogado Jorge Sandro, principal defensor del cura, rehusó comentar el revés sufrido por su cliente al decir que "no pudimos leer completo el fallo" y consideró que en el mismo "hay objeciones serias a la fiscalía", aunque no detalló cuáles serían esas presuntas críticas.(DyN).