Buenos Aires.- La Cámara del Crimen confirmó los procesamientos contra los nueve policías presuntos responsables de la muerte del joven Ezequiel Demonty, a quien habrían arrojado al Riachuelo en la madrugada del 15 de setiembre pasado.
Los nueve policías, entre ellos el inspector Gastón Somohano -hijo de un ex jefe de la Bonaerense- se encaminan a afrontar un juicio oral y público por el supuesto delito de "privación ilegal de la libertad seguida de muerte".
El fallo de primera instancia, que la jueza María Cristina Bértola emitió el 7 de octubre pasado, fue confirmado por la Sala Quinta de la Cámara del Crimen, con las firmas de los jueces Guillermo Navarro y Mario Filozof.
No obstante, la figura que aplicó la Cámara es de menor gravedad que la que había dispuesto la jueza, ya que eliminó la figura de los apremios ilegales pero mantuvo la "privación ilegal de la libertad".
"A partir de la aprehensión ilegal, los integrantes del grupo captor asumieron la posición de garantes de la seguridad de aquellos que contra su voluntad se hallaban privados de la libertad, y sin perjuicio de considerarse ausente en la especie el designio criminal expreso de privarles de vida, deben responder por el resultado irreparable alcanzado", sostuvieron los camaristas.
Para Navarro y Filozof, la actuación de los policías "se presenta despojada de toda justificación dada su condición de funcionarios públicos en pleno ejercicio de la actividad policial".
Aunque la confirmación de los procesamientos no incluye la figura de los apremios ilegales, el fallo de cámara reconoce "el despliegue de amenazas y maltrato físico para obligar a los cautivos a cruzar a nado el Riachuelo".
La medida confirmada por la Cámara alcanza al subinspector Gastón Somohano; al oficial inspector Daniel Barrionuevo; los cabos Luis Gutiérrez y José Luis Martínez; el sargento Jorge Sosa; el sargento primero Luis Funes y los agentes Maximiliano Pata, Jorge Solín y Sandro Granado.
Los nueve policías procesados son los que estaban a bordo de los tres patrulleros en los que, según la Justicia, fueron subidos por la fuerza los tres jóvenes.
En la madrugada del 15 de setiembre, Demonty y dos amigos estaban buscando una remisería abierta para que dos de ellos regresaran a sus casas, cuando tres patrulleros los interceptaron, los golpearon y los trasladaron -uno en cada móvil- hacia el Riachuelo.
Allí, fueron obligados a arrojarse a las aguas, pero Demonty no consiguió cruzar a nado el Riachuelo y murió. Su cadáver apareció varios días después del episodio.
Los informes forenses indican que el cadáver presentaba "lesiones producidas por un objeto romo" (de formas redondeadas) en el rostro.
La Cámara redujo los embargos que pesaban sobre los nueve policías, de un millón de pesos a 500 mil pesos cada uno.(DyN).
