Buenos Aires (C).- "Yo no puedo pensar por el Lole. Es un dirigente serio, responsable, y sabe cuál es la situación de la Argentina. Y no tengo ninguna duda de que va a estar ayudando a construir desde donde esté la nueva Argentina". La reflexión de Néstor Kirchner marca la expectativa del patagónico respecto de la postura que asumirá el peronismo santafesino.

El mandatario santacruceño recibió ayer a varios intendentes del conurbano bonaerense, con quienes organizó una quincena de actos coordinados con la campaña de Felipe Solá. La movida contrastó con la reunión posterior que mantuvo por casi tres horas con el intendente de Santo Tomé, Roberto Schmidhalter, y con los dirigentes Gustavo Marconato y Jorge Gatti, dos hombres de confianza del santacruceño en la provincia.

Al apuntársele la diferencia entre el apoyo generalizado de los bonaerenses y la discreta presencia santafesina, Kirchner confió a El litoral que "el jueves (por mañana) me voy a juntar con todos los intendentes que sea necesario. Ojalá venga la mayor cantidad. Yo también fui intendente, y sé de la claridad que tienen respecto de la situación que vive la Argentina hoy".

El candidato presidencial comentó que su relación con Reutemann "es de diálogo y respeto", y recordó que "hemos dado muchas batallas federales juntos". Además explicó que la convocatoria de mañana "reunirá a la mesa de la renovación nacional para generar el armado de la campaña en el resto de la Argentina".

En el segundo piso de la casa de Santa Cruz, ubicada en la el centro porteño, allegados a Kirchner confiaron que será el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, quien tratará de tomar contacto con el gobernador Carlos Reutemann.

Fellner asumirá formalmente mañana un rol de "coordinador interior" de la campaña.

Consultado si la postura de los congresales santafesinos en el congreso partidario de Lanús lo había decepcionado, Kirchner apuntó que "soy respetuoso de la democracia. A mí me gustó el congreso porque se habló de política; hubo posiciones plurales y demostró que cada uno podía decir lo que pensaba con absoluta libertad.

"Soy absolutamente respetuoso de todas las posturas, y me parece que lo malo hubiera sido decir lo que uno no piensa. Cuando un dirigente dice lo que piensa tiene un valor muy importante", apuntó.

Al preguntársele qué esperaba del peronismo de Santa Fe, dijo que "de la gente de Santa Fe, de la sociedad, no solamente de los peronistas, espero que podamos conseguir un proyecto de producción y trabajo, no volver hacia atrás, acordarnos de la implosión del 20 de diciembre, fortalecer el proceso de reconversión productiva, terminar con los asentamientos con fuerte inversión pública.

"El principal enemigo -prosiguió- es el hambre, y la desocupación con un fuerte plan neokeinesiano. Lo que digo es que hay que salir a dar la batalla con estos elementos".

Indicó que "debemos tener en claro por qué llegamos a esta situación. Por el modelo neoliberal menemista que se llevó adelante, por la corrupción, por la exclusión social, por la concentración económica o la justa distribución del ingreso. Los fantasmas del pasado que representa el menemismo son los responsables directos de esa marginalidad. Por eso es importante que los santafesinos, junto con todos los argentinos, demos una verdadera lección moral para construir el nuevo país".

El intendente de Santo Tomé se comprometió a sumar gestiones ante sus pares de la provincia en un intento de sumar voluntades a la campaña del "nuevo espacio" de los renovadores.

Schmidhalter confirmó la jornada de equipos técnicos el 14 de febrero en Rosario, con la presencia de Kirchner en el cierre. Ayer, junto a Marconato y Gatti, repasó la agenda tentativa de campaña en territorio santafesino, que incluiría un plenario en marzo.

Kirchner habría recibido informes ayer en el sentido de que Reutemann no pondrá trabas a su campaña, aun cuando mantenga una posición neutra en la interna, tal como se reflejó en la postura de los congresales santafesinos en Lanús.

Sin embargo en la mesa de contacto con los santafesinos se dejó entrever la posibilidad de sumar algún nombre de la provincia al gabinete nacional, como gesto de acercamiento con un distrito clave de cara a los comicios presidenciales.