Desde junio del año pasado funciona en la localidad de Llambí Campbell la Casa del Niño, una entidad que brinda alimento y contención a 21 pibes de entre 3 y 13 años. En estos momentos, está ubicada en un espacio cedido por el Centro de Jubilados de esa localidad, que además dio en calidad de préstamo todos los elementos de cocina indispensables para preparar y servir la comida a los chicos.

"Esto empezó siendo una ilusión de 4 ó 5 personas y se fue haciendo grande y fuerte", comentan su presidenta Susana de Pedrozo y la tesorera, Nora de Heinzen.

En la Casa del Niño trabajan 5 beneficiarios de los planes Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, quienes además de elaborar la comida, los atienden, prestándoles cariño y contención. En tanto, la tarea de apoyo escolar está a cargo de dos o más docentes, a quienes se les suma un variable número de voluntarios que acuden a colaborar con el trabajo de las más diversas formas.

"Los elementos para preparar los alimentos, para escolarizarlos, para la higiene personal de los niños y de la casa, son provistos por un gran número de personas, instituciones del pueblo y comerciantes de buen corazón", destacan sus hacedoras.

"Actualmente, atendemos a 21 niños pero tenemos otro tanto en lista de espera -cuentan Susana y Nora-. Tenemos recursos humanos y materiales como para atender a 50 niños, aunque el problema es que el espacio resulta reducido".

"Esto nos hizo soñar con la casa propia y, por ello, está en marcha la tramitación para obtener la personería jurídica y lograr la donación de un terreno perteneciente al gobierno de la provincia", anticiparon.

Entre los hechos más destacados que vivieron los integrantes de la Casa del Niño, Susana y Nora recuerdan que "la generosidad de la gente nos permitió a los integrantes de la comisión directiva, organizar festejos de cumpleaños para cada niño junto a su familia, también celebramos el Día del Niño y pasamos juntos la Nochebuena, con la participación de los chicos, sus padres, sus hermanos, los docentes, todos quienes prestan servicios aquí y los colaboradores. En esa oportunidad, actuó el grupo folclórico Soporto y pudimos distribuir regalos para todos, adquiridos con donaciones en efectivo que nos hicieron llegar amigos de la Casa".

Tras pedirle "a la gente de Llambí Campbell que se acerque, porque todos los aportes son valiosos, ya sean horas de trabajo, artículos de limpieza, mercaderías para preparar la merienda o elementos de construcción para la casa", Nora y Susana extendieron su agradecimiento a todos quienes hacen posible continuar con la tarea de la Casa del Niño.