Señores directores: Me dirijo a ustedes y por vuestro intermedio al intendente Marcelo Álvarez, para plantearle un problema barrial aquí en la capital de Santa Fe. Vivo en pasaje Gimnasia y Esgrima al 5100 (López y Planes al 5100). Me llamo María Eugenia y aunque no crea, tengo tan sólo quince años.

Decidí escribirle esta carta como hace cinco años lo hice al intendente Horacio Rossatti, a través de una invitación que él había hecho a los niños de Santa Fe. Esa propuesta consistía en que los niños propusieran lugares para hacer, ya sea obras, parques, etc. Fue así que yo le envié una carta para proponerle que construyeran una pequeña placita enfrente de mi pasaje, debido a que allí se encuentra una vía del ferrocarril. éltimamente ese espacio estaba muy abandonado; los yuyos estaban altísimos, había ratas merodeando por todos lados, había peligros de asaltos por lo que no había ninguna clase de iluminación.

Cuando el intendente Rossatti respondió a mi pedido todo eso cambió. Construyeron una hermosa placita, iluminaron las dos cuadras que abarca el pasaje, etcétera; se había transformado en un hermoso lugar donde niños y adultos podían disfrutar de la plaza.

Hoy, después de esos cinco años, me veo en la dura realidad de contar que la plaza todavía existe, sólo que debido al 1,5 m de altura de los yuyos y a la nula iluminación del lugar la gente tiene miedo de pasar por allí.

Hace tiempo ya que venimos aguantando esa inseguridad. Unos días atrás transcurrieron más de cinco asaltos por esta zona. Ya no podemos salir a la calle de noche; tenemos miedo de que los ladrones se escondan detrás de los altos yuyos. Y todo se ha convertido en un verdadero calvario.

Creo que ya se ha dado a entender mi pedido. Me gustaría que esta placita y el pasaje vuelvan a ser los de antes. Gracias por leer mi carta. María Eugenia De Spirito. DNI: 32.660.462. Ciudad.

Señores directores: El estupor nos acomete cada vez que uno lee cómo funciona el accionar de la justicia en nuestros días, desde una década hasta estos días, con procedimientos por demás confusos y complicados, nada más y nada menos con jueces y fiscales que realizan extraños procedimientos que dejan notar su falta de coordinación. Nos sorprende ver cómo complican el esclarecimiento de ciertos hechos punitivos que serían resueltos por aprendices de agencias de detectives privados como lección aprobatoria. ¿De qué sirve tanta diplomacia, si las falencias por más que parezcan discretas dejan entrever la falta de cordura en los procederes? Esa acción deja una estela de dudas en la ciudadanía. Es tal la pobreza en el tema de la justicia que escapa a estos privilegiados del Poder Judicial, aunque lo más importante es que uno no deje de creer en la justicia para que nuestra Nación vuelva a ser como lo fue, libre y soberana. Pedro Sgarbossa. LE: 6.336.354. Ciudad.