Las presentaciones de los discos suelen ser situaciones bastantes ambiguas para todos, para los músicos, para los periodistas y para el afortunado seguidor que logre traspasar la valla de un show que se sabe semi privado. Porque, en definitiva, la presentación es y no es un show oficial en el cual hay pero no hay público (no se preocupen por entenderlo demasiado, son formalidades a las que uno puede estar invitado o no). Si a todo esto le sumamos que nos encontramos en la presentación del primer disco solista de Iván Noble todo -inevitablemente- se hace mas confuso.

Repasemos juntos: el bueno de Iván Noble irrumpió en la escena argentina de la mano de los Caballeros de la Quema, sacaron algunos discos memorables y dejan para siempre en el inconsciente colectivo la frase Avanti morocha. Luego Iván parece cansarse de tener banda y queda en banda. Mientras piensa qué hacer de su carrera musical, no ve con malos ojos enamorarse de Natalia Oreiro y participar del ciclo 099 Central (bodrio made in Suar, en el que Noble era un policía llamado Mudo. Para desgracia nuestra, Iván, en la tira, hablaba). También trabajó en alguna que otra película del notable Raúl Perrone. Mas tarde Iván se cansa de Oreiro (o viceversa, total, ¿a quién le importa?) y pasa a casarse con Julieta Ortega, al tiempo que comienza a anunciar su primera producción solista, que termina titulándose "Preguntas equivocadas".

En la historia de Iván Noble hubo de todo en muy poco tiempo; hoy vuelve a ser el momento de la música, absolutamente lo mas interesante de sus apariciones.

El lugar elegido para la presentación de "Preguntas equivocadas" es La Trastienda, un reducto bastante de moda en el barrio de San Telmo.

Apenas entro, el flash de una cámara de televisión sacude mis ojos y me encandila: no hay de que preocuparse, es Julieta Ortega haciendo una nota para Intrusos. En La Trastienda hay mesitas en donde uno puede sentarse y tomar un vino o una gaseosa o comerse un sandwich (creo ya haber dicho que se trata la presentación de un disco). También algunos músicos pasean por el lugar y se saludan efusivamente (todavía no puedo sacarme de la cabeza la imagen de Lito Vitale y su eterno aspecto darky).

Algunos fanáticos toman asiento en el piso, como si alguien les dijera: "Muchachos... háganse de abajo".

Cuando el reloj se aproxima a marcar las nueve de la noche Iván aparece en escena y la presentación comienza. No parece intimidado por la situación, aunque al cabo del primer tema sincera su nerviosismo e invita al público a escucharlo parado.

Las nuevas canciones de Iván Noble cuentan con la producción de Afo, "todo-lo-toco-lo-convierto-en-oro-verde", el mismo de Mambrú y Bandana. Por eso "Preguntas equivocadas" suena de un modo bastante pop. Hay toquecitos electrónicos en casi todos los pasajes (a cargo de Sufián Cantilo, hijo del mítico Miguel) del disco y el resultado son canciones amables pero llenas de la verborragia barrial de la voz de Noble.

Noble toca "Un minuto antes de dejar de quererte", y deja en claro que es un típico tema radial, sin muchas vueltas, dispuesto a sonar y sonar. Sigue "Respirar" y se encuentra dentro del pulso de los temas mas bailables de los caballeros, por otro lado "Argentinamente" (cortina del Día D de Jorge Lanata) tiene el tinte justiciero de Noble que ve que las cosas no andan bien y lo dice de la manera mas futbolera posible. "Amor a tercera vista" es una balada que le dedica a Julieta Ortega. En un acto de cursilería pocas veces visto de su parte, dice: "No es de nobles llegar tarde a una Julieta... Y será que siempre fui un Romeo/experto en besos de saldo".

Lo mejor del disco es "Malas compañías", una baladita pop en donde Noble descuartiza la personalidad de sus amigos y ejecuta con una convicción increíble. La canción deja en claro la capacidad de Iván como escritor, cuando el tema que le preocupa no es de él sino de los demás.

La presentación culmina con "Preguntas", una desgarradora melodía que habla de amor en donde Noble es acompañado sólo por el piano.

Buena presentación de un disco que empieza a asentarse y caminar solo por los oídos de todos. íAh!, me olvidaba... muy rico todo.