A su llegada a nuestra ciudad, una numerosa feligresía recibió al prelado con aplausos y pañuelos en alto. En su homilía, Arancedo -que viene a suceder al cuestionado arzobispo Edgardo Storni- expresó su deseo de ser "para ustedes el obispo padre y amigo", dejando en claro su intención de imprimirle a su gestión una fuerte orientación hacia la solidaridad. Estuvieron presentes el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Santos Abril y Castelló, y más de 30 obispos de todo el país.
(AREA METROPOLITANA).