Persona & Sociedad: PER-02 El Día del Animal


¿Qué está pasando? Que al recorrer las calles de nuestra ciudad tropezamos con una cantidad de animales sueltos; algunos en muy malas condiciones, otros no pero a todos los iguala un común denominador: el derrotero sin rumbo, el hambre, la sed y el padecimiento del maltrato de la calle porque hay muchos que canalizan algún resentimiento siendo crueles con los animales por el solo hecho de compartir un espacio en la calle con ellos.

Como no todo está perdido, los menos encuentran alguna alma caritativa que se compadece de ellos para auxiliarlos. Busquemos el origen de este problema que nos afecta a todos por igual.

Cuando los niños ven esos montoncitos de ternura que son los cachorritos se entusiasman con ellos como si vieran un juguete en una vidriera y piden e insisten en llevarlos a su hogar.

Los mayores, ante tal situación, deben hacerse el siguiente planteo: ¿tenemos suficiente lugar para un nuevo integrante de la familia?, ¿estamos en condiciones de alimentarlo?, ¿brindarle atención sanitaria?, ¿dedicarle tiempo y trabajo?

Si este cuestionario resulta aprobado, íadelante! En caso contrario no lo adoptemos porque es la mejor manera de querer al animalito, y al chico comprémosle una mascota de peluche que las hay hermosas y variadas. Luego no encuentran mejor salida que abandonarlos a su suerte y es aquí donde empieza el padecimiento para los desdichados perritos.

En otros casos, nos encontramos con gente desaprensiva que permite que sus perras tengan crías. Esto se puede evitar porque la ciencia ha evolucionado y hay diversos métodos anticonceptivos. Para asesorarse nada más sencillo que consultar con un médico veterinario que para ello se ha formado en la universidad.

Otro detonante del acuciante problema que nos ocupa es la situación socioeconómica imperante. Antes de abandonar a una mascota hay que arbitrar todos los medios a su alcance y buscar una solución. Hay una institución que es la Sociedad Santafesina Protectora de Animales que posee un refugio-hogar para perros de la calle, pero sus instalaciones están superadas ampliamente por la superpoblación de animales que allí se aloja. Si bien están atendidos -incluso cuentan con el control de un veterinario- esperan el calor de un hogar. Los hay de diversos tamaños y edades; la comunidad puede acercarse al predio y adoptarlos, así habrá lugar para otros que lo necesiten.

Es un error pensar que sólo se puede integrar a la familia a los cachorros. Los perros adultos que sufrieron el abandono llevan consigo un cúmulo de penurias que los hacen doblemente agradecidos y fieles; son capaces de aprender el nombre y los hábitos de convivencia, solamente hay que darles un tiempo de adaptación. Valga esta comparación: ¿acaso no hay escuelas para adolescentes y adultos? Esperamos colaboración a los teléfonos. 4536936, 4532504 y 4690274.

Cándida Ana PalermoSociedad Santafesina Protectora de Animales