Política: POLI-02 Ahora la interna del PJ es abierta y obligatoria
La primera vuelta sirvió para determinar en qué escenario Menem y Duhalde tendrán su batalla final. El bonaerense impuso sus condiciones.


El 26 de junio del año pasado, los asesinatos de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en Avellaneda obligaron a Eduardo Duhalde a adelantar los comicios presidenciales, aún cuando no tenía definido un candidato que le permitiera evitar su mayor pesadilla: el retorno de Carlos Menem al poder.

El cronograma fijado fue con internas abiertas y simultáneas el 15 de diciembre, y con primera vuelta el 30 de marzo. Para entonces, el peronismo -y la mayoría de los analistas políticos- descontaban que tras la catástrofe de De la Rúa, el próximo presidente sería peronista.

Encuestas en mano, Menem supo que ese escenario no le convenía. Tras el amparo de un ignoto abogado, la jueza electoral Servini de Cubría produjo el 9 de setiembre un fallo quirúrgico en favor del interés menemista, que mantuvo la vigencia de las internas pero al estilo tradicional, con padrones cerrados y sin depurar.

El gobierno de Duhalde apeló el fallo pero comenzó a trabajar en otra idea: ley de Lemas, para exponer a Menem ante el rechazo generalizado que también anticipaban las encuestas.

El 16 de noviembre la Cámara Electoral repuso las internas abiertas al 15 de diciembre. Pero para entonces la pulseada había girado 180 grados: Menem prefería ese escenario, porque Duhalde ya había acordado con la UCR la sanción de una ley para suspender las internas abiertas y convocar a un comicio general que expusiera al riojano a un alto rechazo social.

El 28 noviembre el Congreso aprobó esa norma, junto al cronograma electoral que incluyó la elección de ayer. Y el 23 de enero el congreso del PJ en Lanús terminó por cerrar el escenario diseñado por el gobierno, que incluyó la insólita participación de tres candidatos del peronismo, sin que ninguno lleve el sello del partido, lo que permitió eludir la previsible inconstitucionalidad de la ley de Lemas.

Una vez más, encuestas en mano, la especulación del poder se patentizó en los comentarios del ministro del Interior. Jorge Matzkin admitió entonces que el desafío de Kirchner era alcanzar la segunda vuelta, y el desafío de Menem era evitarla.

La manipulación legislativa y judicial del sistema electoral terminó con un triunfo para Duhalde. En el reino del revés, la elección general fue lo primero, y la segunda vuelta -el 18 de mayo- será la verdadera interna del peronismo: abierta y con padrón general, como quería el gobierno. Y además obligatoria.

Ignacio Hintermeister