Titulares de Tapa: TAPA-01

Con algunos problemas se reanundaron las clases

Eduardo Salva. SOLA. Es alumna de la escuela Zazpe y fue reubicada en la Arzeno. Fue la única de su grado que esta mañana concurrió a clases.
Hace más de un mes debió suspenderse el ciclo lectivo por la catástrofe. La normalización total de la actividad llevará bastante tiempo. Los chicos volvieron con muchas ganas pero las maestras están extenuadas. Escasa concurrencia en algunos establecimientos.


El Ministerio de Educación evaluó como "prudente" la reanudación de las clases en la ciudad y hoy el 60 % de las escuelas abrió sus puertas para recibir a los alumnos.

Sin embargo, el regreso al colegio no fue nada sencillo en muchos establecimientos educativos. Más allá de la innegable necesidad de que los chicos vuelvan progresivamente a las aulas, la realidad es que llevará mucho tiempo normalizar totalmente el ciclo lectivo, sobre todo, en los edificios afectados por la inundación y en aquellas escuelas donde fueron redistribuidos alumnos y docentes de otros colegios.

El panorama de esta mañana mostraba distintas situaciones. Por un lado, en las escuelas privadas o estatales cuya matrícula no sufrió la inundación en forma directa, los chicos llegaban con su mochila cargada y mucha algarabía. "Vienen con las pilas puestas después de un mes sin clases y con ganas de empezar de nuevo", dijeron Claudia y Graciela, docentes de la escuela Moreno, quienes recibían a los alumnos en la puerta.

Sin embargo, reconocieron que ellas están cansadas mentalmente. "Nos va a resultar difícil retomar el ritmo de clases", comentaron. Ellas, como tantas otras docentes, estuvieron al pie del cañón atendiendo a los evacuados, sin horarios ni fines de semana. Hoy se les impone otro desafío: el de tener que presentarse frente al grado con la mayor energía posible, y a pesar del cansancio que no disimulan sus rostros.

Por otro lado, en las escuelas con chicos que estuvieron inundados, el primer día de clases fue difícil. Los que perdieron todo fueron sin guardapolvos ni útiles y, en la mayoría de los casos, la matrícula era escasa. "Por cada aula vinieron aproximadamente 10 chicos", contabilizó María del Carmen Osellame, vicedirectora del turno mañana de la Escuela N° 471 Juan Arzeno. Ese establecimiento, ubicado en San Juan 1801, se inundó, pero el agua escurrió rápido y los docentes pudieron poner en orden el local para recomenzar la actividad.

Al rescate de chicos evacuados


En la Arzeno también fueron reubicados los alumnos de la Escuela N° 1.298 Monseñor Zazpe, del barrio Santa Rosa de Lima, cuyo edificio escolar quedó destruido no sólo por el agua sino también por el vandalismo. Esta mañana, fueron a ese local sólo 15 chicos de la Zazpe, algunos de los cuales pudieron llegar gracias al servicio de transporte previsto por el ministerio para trasladar a los alumnos que viven alejados.

"Durante estos días vamos a ir a visitar los centros de evacuados y de autoevacuados para tratar de rescatar a nuestros alumnos, porque muchos ni siquiera saben que tienen que venir a clases acá", comentó Ana Salgado, directora de la Zazpe, mientras firmaba y sellaba papeles parada contra una pared hasta tanto consiga un lugar físico para cumplir sus tareas en un espacio que no es el propio.