Opinión: OPIN-03 Crisis hídrica y comunicación


La grave situación de emergencia hídrica que aún padece nuestra provincia por el desborde del río Salado comprometió a varios departamentos santafesinos, particularmente al departamento Las Colonias, donde afectó directa o indirectamente a 12 mil personas aproximadamente.

El grado de dificultades no fue idéntico para todas las comunidades comprometidas. Algunas, totalmente inundadas, debieron evacuar a sus pobladores y enfrentar la problemática derivada de ese hecho: enfermedades, el abastecimiento de agua potable, el manejo de las excretas y residuos y la prevención de epidemias. Otras localidades, sin llegar a ese extremo, sufrieron las consecuencias de los cortes de rutas por anegamiento, puentes afectados y la intransitabilidad de los caminos de piso natural, lo que las dejó prácticamente aisladas de los centros urbanos que son habitual destino en casos de emergencia.

El caso de Progreso, si bien no fue el único, es paradigmático.

Aunque parezca cosa de otros tiempos, el pueblo estuvo varios días incomunicado y esto causó severas dificultades tanto en las relaciones comerciales como en las personales y familiares, ya que para muchos -más allá del desastre- la vida y los compromisos continúan; de haberse prolongado el aislamiento, el desabastecimiento de alimentos e insumos indispensables, como los medicamentos, se hubiese hecho notorio.

Pero especialmente preocupante resultaba el impacto de la incomunicación al anular virtualmente todas las posibilidades de acceder a la tecnología médica en caso que fuese necesario.

¿Cómo hacer para poder llegar al sanatorio o al hospital si todas las vías de acceso están cortadas?, era la pregunta más acuciante y que exigía respuesta más rápida.

Con Elisa y Soledad anegados, con evacuados y caminos volados, con el agua llegando e inundando a Recreo, pero aún Santa Fe indemne, los dirigentes de cada uno de los pueblos comprometidos se reunieron para analizar la situación y crear mecanismos que permitieran aliviar los problemas generados. La condición sanitaria y la posibilidad de evacuar enfermos eran temas prioritarios.

Puente sanitario


En esa reunión surgió la idea de establecer un puente sanitario, por la única vía de escape posible: el camino de tierra que une Hipatía con Sarmiento, un tramo de pocos kilómetros que en condiciones normales no insume más que algunos minutos recorrerlo.

Para afrontarlo se eligió el mejor vehículo disponible: una ambulancia 4x4 del hospital de Santo Domingo que aseguraría el cruce, mientras que el tractor de la Comuna de Hipatía escoltaría la salida y el de Sarmiento la llegada. Desde aquí, previo trasbordo del paciente, otra ambulancia se encargaría del traslado hacia Esperanza o Rafaela.

El puente sanitario quedó delineado; ahora había que probarlo en los hechos.

Como parte de este plan de emergencia, también se previó otra salida que incluía el cruce del Salado por medio de un lanchón que proveyó la Prefectura y que permitiría salir por Emilia hacia la ruta 11. Se hizo además un relevamiento de los recursos disponibles y de las necesidades prioritarias; de las últimas se informó a las autoridades pertinentes, que respondieron con celeridad.

El puente funcionó correctamente. Se utilizó para evacuar a los pacientes que requerían tratamientos especiales y que no podían interrumpir, a las embarazadas en inminencia de parto, para permitir la llegada de médicos epidemiólogos a evaluar la situación en la zona y médicos de apoyo para reforzar la atención. Pero pacientes en condición crítica que debieran ser sacados de cualquier manera no se presentaron hasta la mañana del 30 de abril, cuando se hizo necesario evacuar a una persona que cursaba un cuadro cardiológico de riesgo.

Contratiempos


Para entonces, el camino había sufrido ya el impacto de los cruces previos, y las huellas se habían ido profundizando cada vez más, lo que sumado a las lluvias que no habían cesado, las convertían prácticamente en dos grandes zanjas por las que el vehículo sanitario debía desplazarse. Esto significó que a poco de iniciado el recorrido, la ambulancia no pudo continuar su marcha al quedar literalmente "colgada". Cinchada por el tractor superó el mal trance y completó su recorrido a marcha lenta, haciendo del corto trayecto una travesía interminable. La primera etapa -llegar hasta Sarmiento- se cumplió a través del mencionado "puente"; después, la ambulancia de dicha localidad condujo al paciente hasta un centro de atención al que arribó en excelentes condiciones luego de un par de horas de camino.

Superada la incomunicación inicial debida al anegamiento de caminos y corte de puentes, se planteaba otro problema: la intransitabilidad de los caminos naturales. Estos estaban tan deteriorados por el uso, la lluvia persistente y la superficialidad de las napas, que con el correr de los días se convirtieron en verdaderas "trampas de barro" que se hundían al paso de los vehículos.

En estas condiciones, para unir Progreso con Esperanza, separadas por sólo 50 kilómetros, era necesario recorrer 200 kilómetros.

Finalmente las pérdidas materiales por la inundación y la incomunicación para el departamento Las Colonias en general son cuantiosas; su economía ha sufrido un grave detrimento que demandará mucho tiempo recuperarla.

Interrogantes


Cabe entonces preguntarse ahora: ¿qué pasaría si en el futuro se repiten situaciones similares a la descripta? ¿Se reconstruirán los caminos destruidos? ¿Se asegurarán los puentes? ¿Se construirán las rutas necesarias que aseguren la comunicación sin contratiempos en toda la región? ¿No será conveniente utilizar esta experiencia y capitalizarla en la elaboración de planes de emergencia zonales, que se activen de inmediato ante situaciones amenazantes?

No cabe duda que lo mejor que nos pudo pasar en la crisis fue unirnos todos, y entre todos delinear las soluciones. Ojalá que respuestas de este tipo se hagan evidentes no solamente cuando algún hecho perturbe la tranquilidad y la vida de los pueblos.

Lamberto Caliani (*)

(*) El autor es médico, residente en Progreso y protagonista de los hechos que relata.