El ex gobernador y candidato a intendente de la capital provincial por Fuerza Republicana (FR), Antonio Bussi, fue uno de los primeros en votar y lo hizo convencido de que hoy ganaría los comicios en San Miguel de Tucumán.

También se votaba con absoluta normalidad en la provincia de Tierra del Fuego, donde se elegían gobernador y vice por un período de cuatro años, en segunda vuelta.

"No sé si soy el primero, pero se trata de la obligación primera y lo hago con el optimismo de quien se siente ganador. Pero esperemos que sea una jornada tranquila, en la que los hechos sucedan normalmente", aseguró Bussi a la prensa.

Tras sufragar, cerca de las 8.40 en la mesa 1.174 de la escuela José Marmol, el presidente de FR (fue el primero, porque la mesa se constituyó tarde) agregó: "aunque no hay motivo aparente que presagie alguna alteración, hay que controlar las urnas y estar atentos para proteger el esfuerzo de todos los tucumanos".

"Esperamos que no haya fraude", afirmó Bussi al recordar "heridas muy abiertas de 1991 y de 1999, pero tenemos preparados los fiscales para que esto no suceda", aseveró Bussi en relación con las derrotas que él y su hijo, Ricardo, sufrieron con Ramón Ortega y con Julio Miranda, respectivamente.

Como la Corte Suprema de Justicia aún no resolvió un planteo de FR en contra de la sentencia de la Cámara en lo Contencioso Administrativo -le ordenó a la Junta Electoral que sustancie una impugnación interpuesta por organismos de derechos humanos-, Bussi fue inscripto como candidato precario, condicional y provisorio.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos e Hijos, entre otras entidades, sostienen que Bussi, por su actuación en la última dictadura militar, carece de idoneidad moral para acceder a un cargo público, pero el planteo, no obstante haberse hecho antes de los comicios, aún no fue resuelto.

En la resolución de la sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo se aclaró que todos los actos electorales -incluso la participación de Bussi en los comicios- debía hacerse de forma provisoria hasta que se sustancie la impugnación.

Con mucha tranquilidad, temperaturas muy bajas y un clima mucho más distendido que hace una semana, más de 72 mil fueguinos comenzaban a movilizarse para participar de la segunda vuelta de las elecciones provinciales, en las cuales deberán elegir entre el actual gobernador, el justicialista Carlos Manfredotti, o el senador radical Jorge Colazo.

Fue precisamente Colazo, del Frente de Unidad Provincial (FUP), el primero de los dos postulantes en emitir su voto: lo hizo a las 9 en la mesa 34 de la escuela 21 del barrio Chacra II de Río Grande, ciudad en la que permanecerá todo el día para seguir el desarrollo del comicio.

Manfredotti, en tanto, votará a las 13 en el Centro Infantil Integrado Amanda Beban de esta capital provincial.

El domingo pasado, Manfredotti se colocó al tope de los resultados con el 29,5 por ciento de los votos, a sólo 2,4 puntos por encima de Colazo.

Pero tal como ocurrió a nivel nacional tras las elecciones del 27 de abril, en los últimos días se tejieron alianzas de diversa índole contra el menemismo que representa Manfredotti, dado que pese a sus intentos por acercarse al presidente Néstor Kirchner, el gobernador no logró la bendición explícita de la Casa Rosada.

Así, el PJ ratificó viejas alianzas con un sector del Movimiento Popular Fueguino y sindicatos como la UOCRA, el Cecu y sectores internos de la Cámara de Comercio.