Había tratado de "sinvergüenzas" a argentinos y brasileños. Era titular de Justicia y Trabajo. González Macchi lo separó del cargo.
El presidente del Paraguay, Luis González Macchi, destituyó hoy al ministro de Justicia y Trabajo, José Burró, quien agravió a los pueblos argentino y brasileño, a los que calificó de "sinvergüenzas".
"Con esta medida creo que vamos a solucionar este lío", dijo el presidente González Macchi en un breve encuentro con la prensa.
Ayer, Burró dijo que "ningún curepí ni bandeirante (argentinos y brasileños) va a venir a enseñar moral", en respuesta a declaraciones del embajador brasileño Luiz Augusto de Castro Neves, quien había dicho que su país exigirá "institucionalidad y seguridad jurídica" para seguir invirtiendo en Paraguay.
Ante estos dichos, la respuesta argentina no se hizo esperar y el canciller Rafael Bielsa convocó hoy al embajador de Paraguay en Argentina, Alberto Nogués Zubizarreta, para que brinde explicaciones sobre los declaraciones del ministro paraguayo. Asimismo, el canciller llamó al embajador argentino en Paraguay, Félix Córdoba Moyano, para que se traslade inmediatamente a Buenos Aires.
Esta mañana, Burró en declaraciones a una radio argentina se mostró dispuesto a renunciar al cargo si se lo pedía su gobierno y pidió disculpas por sus afirmaciones.
"Un ministro es un fusible, yo no voy a crear un problema con la Argentina, me voy a mi casa si me quedan diez días de gestión", sostuvo Burró, quien al ser consultado si renunciará a su cargo, respondió: "Si lo exige el gobierno paraguayo o es un pedido de la Cancillería argentina o de Brasil y si significa una distensión a problemas que no quise crear, mi renuncia está firmada".
Excusas
Sobre sus dichos, Burró afirmó que "el que se haga cargo del apelativo de curepí o bandeirante es de su propia responsabilidad y lo dije porque francamente yo quiero que se entienda que no somos los paraguayos los únicos responsables de la inseguridad que hay en el planeta y en el Mercosur".
Agregó que "no se nos puede colgar el San Benito a nosotros como si fuéramos los responsables de todos los desastres que hay en la zona".
Enfatizó que "lejos de mi espíritu está ofender ni al pueblo argentino ni a sus autoridades, ni al pueblo brasilero ni a sus autoridades, por favor".
