Boca, con una tremenda mutación de un tiempo a otro, goleó a Central por 4-0, con todos sus tantos en el segundo período, y se instaló como líder del torneo Apertura.

Después de un mal primer tiempo, Guillermo Barros Schelotto, autor de dos tantos, Carlos Tévez, responsable del tercero, y Clemente Rodríguez, dueño del cuarto festejo, elaboraron una victoria clara y contundente.

La elocuencia de las cifras fue acompañada además de un funcionamiento casi perfecto con individualidades de gran relieve como la de Tévez, guía del camino hacia el triunfo en el momento más comprometido del encuentro.

Boca ganó sus dos primeros partidos y es líder con puntaje ideal. Central, en cambio, exhibió un rendimiento decreciente respecto de la fecha inaugural en la que venció a Vélez.

La expulsión de Emiliano Papa, a los 30 minutos del primer tiempo, expuso al conjunto de Miguel Angel Russo a una goleada justificada por la efectividad de Boca.

El conjunto de Carlos Bianchi no perdió su costumbre de ganar en los partidos que se presentan con un panorama gris.

Frente a Central, una vez más, su principal virtud fue el equilibrio táctico y la paciencia para desnivelar el momento justo, después de una etapa inicial que dejó una mueca de preocupación por la inexpresividad de su juego.

Tévez, que había sido lo más claro en el peor momento de su equipo, fue el gestor de los dos primeros goles por el sector derecho del ataque.

El primer tanto, convertido por Guillermo Barros Schelotto de tiro penal, llegó por una infracción clara de Horacio Carbonari y el segundo, tras un desborde de la estrella "xeneize" que el mellizo sólo tuvo que empujar hacia la red.

En ese rato, que transcurrió entre los 9 y 12 minutos, Boca ya había asegurado el resultado frente a una pálida versión de Central, que pese a los nombres de su mediocampo (Messera, Gustavo Barros Schelotto y Ezequiel González) nunca tuvo volumen de juego.

González, principalmente, fracasó en forma rotunda porque no pudo sortear el asedio de los volantes de Boca y nunca logró contactarse con los delanteros.

Así, Central otorgó muchas ventajas y Boca sólo tuvo que encontrarse a sí mismo para ganar el partido.

Recién en el segundo tiempo, el local hizo valer el monopolio de la pelota con un juego práctico y profundo, sobre todo por el sector derecho, donde Tévez fue imparable para la defensa.

Después de los tantos del mellizo, Boca consiguió tranquilidad, reguló el partido y aprovechó la expulsión de Papa para golear.

Tévez anotó el tercer a los 34 con una escapada al vacío y Clemente Rodríguez rubricó el marcador con un zurdazo en el área, después de una asistencia precisa de Barros Schelotto.

Ése fue el corolario para un segundo tiempo de excelente nivel, que acentuó la sensación de su firme candidatura al título si no se distrae con sus compromisos internacionales.