Opinión: OPIN-02 Obras a la vista
Por Domingo Sahda


Desde días atrás, en el hall de la Subsecretaría de Cultura de la provincia, San Martín 1642, expone pinturas la plástica entrerriana Victorina Bovier. La organización de la exposición forma parte del plan de actividades de Promoción y Difusión que lleva adelante la Asociación Cultural La Reja de la Tapera, con el auspicio de la Secretaría de Extensión Universitaria y Asuntos Estudiantiles de la UTN, Facultad Regional Santa Fe y la ya señalada Subsecretaría de Cultura de la provincia.

Victorina Bovier exhibe una colección de pinturas cuya unidad temática a primera mirada es el tema que la autora toma para su praxis pictórica. RI tanngo-baile es la excusa que Bovier emplea para organizar en el plano figuras alusivas, con una factura suelta que no alcanza a crear los climas expresivos hacia los cuales quiere remitirnos. Una fluctuación cromática con visos de experimentación y búsquedas condensa el trasfondo de estas pinturas cuyo inicial impacto de contraste se diluye progresivamente en soluciones obvias, que repiten los estereotipos visuales acordes al asunto tratado, de por sí ampliamente difundidos. La artista transita con sus pinceles por sobre el plano con cierta soltura en el gesto pictórico, contraviniendo la organización de volúmenes definidos en el plano. Las poses de los bailarines aparecen cristalizadas en su movimiento y no inducen a sentir el movimiento envolvente al que aluden.

El vínculo de la pareja humana abrazada, conjurando un rito social de marcadas connotaciones eróticas es obviado en función de los acordes propios de la pintura que se ejecuta. De este modo, el tema resbala haciendo de las pinturas anécdotas empeñosas, plausibles esfuerzos por construir la metáfora plástica capaz de involucrar al espectador en el ritual convocado, que no alcanza a cuajar en la suspensión temporal propia de la vivencia estética. El rico tópico convocado requiere algo más que la meritoria voluntad para ser el cuadro. Se impone la necesidad de una investigación formal sobre la anatomía y el movimiento creador del ritmo para poder convertirlos, con la absoluta libertad que otorga la creación plástica en símbolo de encuentros y desencuentros entre hombre y mujer abrazados, abstraídos del entorno.

* * *


En la sede de la mutual de Integrantes del Poder Judicial, San Martín 1732, Santa Fe, Hugo Raúl Lazzarini ha inaugurado una exposición con pinturas de su autoría, fechadas ellas en distintos momentos de su actividad.

Los trabajos a la vista, pinturas elaboradas con óleos y/o acrílicos, indistintamente, se plantean y resuelven a partir de una "idea-tema", que circunscribe su práctica pictórica a la resolución técnica de un asunto premeditado. Con aciertos técnicos a la vista, empleados para crear "plasticidad" en sus pinturas, Lazzarini no logra desprenderse de las autoimposiciones formales a las que anuda su intencionalidad expresiva. La referencia constante al desnudo como forma de contundencia expresiva convocante para la construcción sintáctica del plano pictórico se diluye en soluciones de superficie con imágenes decorosas, asépticas.

La paleta media de sostén cromático evita los contrastes de color y/o valor, desdramatizando las imágenes que viran hacia un intermedio expresivo configurado como "agradable estampa de complementación". Su recurrencia a citas visuales (Francisco de Goya; "Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío", "La maja desnuda", "El parasol", óleos). Como reforzamiento expresivo y demostración de su idoneidad fáctica nos hablan didácticamente, de sus condiciones técnicas para elaborar la metáfora plástica que una y otra vez se ajusta a un "schema" internalizado. La manifiesta solvencia en la elaboración de superficies y los recursos técnicos de probada eficacia delatan a quien sabe de que se trata la pintura. Mas, claro está, no sólo es cuestión de superficies. Exige propósitos claros y audacias manifiestas pues, la libertad de expresión comporta riesgos que demandan asumirse para Ser.

* * *


En el Centro Cultural Municipal -Fotogalería- Cortada Falucho 2450, Leo Scheffer expone trabajos suyos de reciente data. Titula a la colección de Heliografías: "Cazador de Cabezas", 4 ensayos.

Las Heliografías, imágenes obtenidas sobre papel sensible por acción de la luz solar sobre objetos que proyectan su sombra nacen, por así decirlo, de la voluntad creativa de Man Ray (Filadelfia 1890-París 1976), investigador visual, pintor devenido accidentalmente fotógrafo que tuvo la audacia de interpretar los ocasionales "errores" técnicos para crear nuevas formas de representación en el ámbito de la fotografía. De hecho imaginó y exploró la "solarización", la "granulación" la "reproducción en negativo", la "distorsión", los "efectos tridimensionales en la fotografía" hacia 1920. En tal vertiente de búsquedas expresivas, con las modificaciones y reinterpretaciones propias de estos tiempos es posible leer la muestra de Leo Scheffer, quien la organiza en dos áreas claramente diferenciadas. La una, exploración con el medio en un proceso de construcción de la imagen a partir de un inicial registro modificado, con inclusión del color como fenómeno propio de la luz, y la otra, reelaboración de la fotografía -documento de identificación prontuarial. Aquí es permitida una doble lectura, tanto de reconocimiento de la imagen, que se licua en granulados de sombra y luz, o dato social de quien nos mira desde un tiempo detenido, como testigo y actor de un acontecimiento.

Búsquedas estéticas y búsquedas de compromiso social, de proposiciones divergentes que requieren de un proceso de maduración en el autor, para así confluir en un sendero de mayor profundización estética-expresiva.

Fuera de la acepción convencional del término fotografía, que en esta exposición no aparece, la actitud de Scheffer es la de quien, munido de recursos, investiga las posibilidades comunicacionales de la imagen reproducida, sin prejuicios académicos, en un trayecto azaroso, plagado de trampas que el autor deberá caminar construyendo su propia ruta.