Persona & Sociedad: PER-03 Encuentro de campesinas


En octubre está previsto un encuentro nacional de mujeres campesinas en Buenos Aires, organizado por la Red Trama, la Red Nacional de Técnicas e Instituciones que trabajan con mujeres rurales. Ahí debatirán sobre algunas de sus propuestas: políticas de desarrollo integral por parte del Estado, una obra social para todos los integrantes de la familia y una reforma que permita a las familias campesinas regularizar la tenencia de sus tierras.

La red Trama fue constituida en mayo de 1996, con el objetivo de coordinar acciones y estrategias para abordar la problemática de las mujeres rurales y mujeres aborígenes, en el marco del Desarrollo Rural. La misma fue convocada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, a través de la Dirección de Desarrollo Agropecuario, Área Mujer Rural en donde actualmente funciona la Coordinación General.

La modalidad de trabajo permite a sus participantes compartir dos encuentros anuales, en los cuales se analiza y reflexiona sobre las prácticas de trabajo con grupos que participan mujeres rurales, desde una perspectiva de género. Las técnicas que integran la red pertenecen a diferentes profesiones y disciplinas, lo que le confiere al espacio una riqueza interdisciplinaria y la posibilidad de analizar y debatir desde miradas más integrales las diversas problemáticas que ocurren en el campo de trabajo.

Ultimas conclusiones


En junio se reunieron en la provincia de Tucumán más de sesenta mujeres campesinas del Noroeste Argentino para analizar el impacto de la crisis que vive el país e identificar cómo afectó a la familia campesina.

Ellas representan a 24.000 mujeres del norte, que participan en organizaciones de base (asociaciones, cooperativas, clubes del trueque).

Como consecuencia de la crisis, y en cuanto a la vida cotidiana, en aquel encuentro las mujeres coincidieron en que "se recuperaron prácticas ancestrales y se aprovechan mejor los recursos que tienen a su alcance, ya sea para elaborar alimentos o fabricar remedios caseros". En cuanto a sus relaciones interpersonales, las campesinas reconocieron que "los roles cambiaron, que el varón acompaña más a las mujeres en sus tareas domésticas y en la crianza de los hijos, que si bien la mujer conoce más sobre sus derechos, todavía son discriminadas o maltratadas".

Las mujeres del NOA ven con gran preocupación el hecho de que la ley federal de educación, a pesar de que se implementa hace varios años, no se adecue a las realidades rurales: hay pocos establecimientos con EGB 3; por lo tanto, los chicos a los 12 años se tienen que trasladar a otra ciudad y como muchas veces las familias no se pueden hacer cargo de la manutención, terminan desertando de la escuela. Esto ocasiona que no puedan insertarse en el mercado laboral. "Y mientras menos posibilidades hay de educarse, mayores son las posibilidades de manipulación" dijo preocupada María Elena, una campesina santiagueña.

A pesar de la gravedad de la crisis, muchas comunidades campesinas lograron organizarse para ayudar a las escuelas rurales a conseguir los recursos materiales para una mejor educación y alimentación de los chicos que asisten a los comedores escolares; sin embargo, son conscientes de que se necesita mejorar las condiciones de producción agropecuaria para poder comercializar lo que se produce y ser valorado en el mercado.