Santiago del Estero.- La hija del juez santiagueño José Uñates negó la utilización de una casa de fin de semana propiedad de su padre de la localidad catamarqueña de Guayamba, para la realización de una fiesta en la que se presume murió Leyla Nazar de sobredosis de drogas.

"No hubo ninguna fiesta en la casa de mi padre, en Guayamba, porque para esa fecha estuvieron mis padres y la semana anterior, se reunieron un grupo de amigos de mi hermana, pero tampoco comieron asado, porque no tenemos asador", explicó Alejandra Uñates de Cesca.

Tras prestar declaración testimonial ante el juez Arrulfo Hernández, que investiga el doble crimen de La Dársena, la joven aclaró que "nunca hubo una fiesta de sexo, alcohol y drogas, a lo sumo una guitarreada, porque nos gusta mucho el folclore".

"La casa tampoco fue prestada, se la estaba estrenando, el cuidador tampoco tiene llaves para ingresar", dijo Uñates de Cesca, tras cuestionar a un testigo de 15 años que brindó detalles sobre la fiesta que duró tres días y en la que se presume murió Leyla.

La aclaración fue hecha por la hija del juez de Instrucción en lo Criminal y Correccional de V Nominación, ya que su padre fue sometido a una operación al corazón tras conocerse la decisión del Consejo de la Magistratura de iniciarle juicio político por "mal desempeño de funciones e ignorancia del derecho".

De esta manera, Uñates de Cesca salió al cruce del testimonio ofrecido a medios periodísticos por un adolescente que asegura que entre el 17 y 19 de enero pasado "en la casa del juez Uñates se realizó una fiesta que duró tres días".

Cristian Cejas, de 15 años, relató que la casa de fin de semana del magistrado "fue construida entre abril y diciembre del año pasado" y que la fiesta en la que participaron varias personas se desarrolló entre el viernes 17 y domingo 19 de enero, fecha en la que se denunció la desaparición de Leyla.

Para el adolescente, que se dedica al cuidado de animales, los participantes de la fiesta se movilizaban en un Fiat Uno, camionetas Toyota blanca y gris, Chevrolet roja y un VW Polo rojo, similares a las que utilizan los denominados "hijos del poder" que aparecen mencionados en el voluminoso expediente de más de 3.500 fojas.

"Todos estaban ebrios, tirados en el césped del patio de la casa y la fiesta finalizó el domingo con un asado, luego del cual se retiró la mayoría, salvo dos mujeres y dos hombres", dijo Cristian, en declaraciones a Canal 7.

En la continuidad de su relato, el menor recordó que a las ocho de la noche del domingo observó cuando "en la camioneta Toyota blanca con cúpula y con cuidado introdujeron dos bolsas negras de residuos del tipo consorcio, que luego taparon con bolsos para alejarse del lugar".

En tanto, el juez Hernández señaló hoy que prosigue a la espera de que el juez federal del Chaco, Carlos Skidelski, envíe la ampliación de uno de los tres relatos que involucran a los denominados "hijos del poder" en los asesinatos de Leyla y Patricia.

Las declaraciones que ahora se pretenden ampliar, fueron remitidas por el Juzgado del Chaco y confirman la hipótesis de que Leyla murió de sobredosis de droga en una fiesta en Guayamba, y que a Patricia Villalba la mataron para que no delatara a los autores de ese crimen.

Se trata de la denuncia presentada por escrito por los abogados Luis Santucho y Raquel Llobet, que mantienen firme la hipótesis acerca de que los crímenes se originaron en una fiesta de sexo, alcohol y drogas, en la localidad de Guayamba.

Los abogados del foro santiagueño aseguran que entre los participantes de la fiesta, se encontraban el diputado Carlos "Pololo" Anauate (PJ), los hijos del ex jefe de Inteligencia, Antonio Musa Azar y del vicegobernador Darío Moreno y el defensor del Pueblo, Gilberto Perduca". (Télam).