Deportes: DEPO-01

íGarotos!

Flavio Raina. Tudo bem. El carnaval brasileño se instala en el calor de un 15 de Abril que parece Río de Janeiro. Baila Alves, acompaña Weisheim, llega Peirotti. Unión recuperó la alegría.
Impresionaron los pibes de Unión y sorprendieron los brasileños. El zurdo Peirotti se comió la cancha con técnica de potrero. Aranha es exquisito y Alves empezó con todo: metió dos.


Era hora. Por eso, con la ayuda del calorcito santafesino, los torsos tatengues al desnudo, los trapos al viento y el grito de guerra de estos tiempos duros sonando más fuerte que nunca en Unión con un "vamo', vamo' los pibes...vamo'...vamo' los pibes" que copó todo el ámbito del cemento en el 15 de Abril.

Alcides "Batata" Merlo, un tipo de las inferiores que agarró el hierro caliente que era el primer equipo que dejó Bianco, tomó la valiente decisión de hacer debutar a tres jugadores de abajo: Peirotti, Cuder y Torres. Antes, con Ferro, lo había hecho Ruffino. Además, puso en campo un equipo que tenía 9 de los 11 titulares formados en la institución. Los otros dos, brasileños ambos, también debutaron con la camiseta de Unión.

Así, cambiando en total seis jugadores del equipo que venía de perder con Ferro en Caballito, Unión salió tonificado en todos los aspectos a jugarle a Huracán.

La primera realidad fue la sensación que, a priori, teníamos todos: se vio un Unión más rápido, livianito y competitivo. Y si bien asomó como una consecuencia física previsible (salieron Ceferino Díaz, Coyette, Marchant, "Fito" González), también es cierto que rápidamente el equipo "corredor" empezó a jugar bien a la pelota.

Aquí, en este punto, la usina generadora del fútbol de Unión fue Germán Peirotti. El chico de Esperanza fue el dueño de la zurda, la pelota, las gambetas y los aplausos. Pero así como "Manchita" se comió la cancha, los carrileros hirieron. En realidad, Unión jugó como un equipo de la década de los "70 u "80 en el mediocampo. No con carrileros, sí con volantes respaldados por laterales que priorizaron la marca y le cuidaron la espalda tanto a Mauro Aranha por derecha como a Walter Cuder por izquierda. Así, el zurdo entrerriano y el derecho brasileño fueron cuantas veces quisieron. Al sobrarle piernas -además técnica no les falta a ninguno de los dos-, Unión le llegó a Huracán por todos lados: se hacía un pic-nic Peirotti encarando a los supuestos dos "5" de marca que puso Roldán (Líver Vespa y el silbado "Yagui" Fernández, uno de los souvenirs que trajo Griguol en sus vacaciones por Santa Fe) y también ganaban los volantes laterales.

El brasileño Hugo Alves pagó con dos goles (el segundo, una obra de arte) la apuesta de los dirigentes por asumir el riesgo de contratar un jugador suspendido. La sensación que deben tener Citroni y compañía es que valió la pena tanta espera. El "Negro", que le puso con el bailecito carioca el sello a cada festejo, se empezó a meter a la gente en el bolsillo.

Unión, como se esperaba, corrió muchísimo. Pero también intentó jugar y jugó. El principal cambio estuvo en la actitud. Se notó -como seguramente le pasó a Coyette, Ceferino Díaz, Squadrone o "Fito" González cuando debutaron en sus clubes- el tan mentado "hambre de gloria". Las ganas de ser alguien de todos ellos: Peirotti, Cuder, Torres, Aranha y hasta el mismo Alves, que apenas tiene 20 años.

Todos ellos le dieron a Unión un plus emocional y un valor agregado emotivo que el hincha tatengue entendió en el mismo sentido. Acá, en este aspecto, no me voy a cansar de elogiar la valentía de "Batata" Merlo en hacer lo que hizo.

El amor que pusieron todos estos chicos formados en las canteras de Unión está más cerca del amateurismo que de una categoría profesional del fútbol argentino.

Ya quedará tiempo más adelante para discutir hasta qué edad se los puede llamar "pibes" o "chicos". Pero Unión necesitaba una alegría. Y se la dieron ellos, todos los del club más los dos brasileños, corriendo y jugando.

Es por eso que el término "garotos" (adolescentes), le queda mejor a Unión que el de "meninos" (que en portugués significa chicos o pibes).

Los puso Merlo


Germán Peirotti

19/12/81

Esperanza (Santa Fe)

Volante creativo

21 años

Walter Cuder

25/12/82

Villaguay (Entre Ríos)

Carrilero

20 años

Emanuel Torres

16/1/83

Santo Tomé (Santa Fe)

Mediapunta

20 años

Carlos Ruffino

3/3/84

Santa Fe (Capital)

Defensor

19 años

Mauro Aranha

6/1/82

San Pablo (Brasil)

Carrilero

21 años

Hugo Alves

15/1/83

Belo Horizonte (Brasil)

Delantero

20 años.

Como en el teatro


Hacía mucho tiempo que Unión no festejaba en Santa Fe. Hasta ayer sólo había ganado dos partidos en todo el año: contra Boca en Primera y a Los Andes en la "B". Pero también es real que hace mucho que los hinchas y socios tatengues no aplaudían con tantas ganas a un jugador como ayer lo hicieron con el pibe Germán Peirotti.

"Manchita", como lo apodan, la rompió. Fue auténtico "10" y conductor: apiladas fenomenales, dos pases-gol, una rabona y muchas ganas de pedir siempre la pelota. Como en el teatro, al final, lo aplaudieron de pie de los cuatro costados. Enhorabuena.

Darío [email protected]