Paraná (Enviado especial).- Histórico, apasionante, único, vibrante, así se puede definir la carrera 1.000 del TC, corrida ayer en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos de esta capital. Todo se asoció para que sea una fiesta en la que el "Pato" Juan Manuel Silva, con el Ford Falcon, se llevara la primera victoria del año y la tercera en su historial. Un triunfo que quedará grabado en el recuerdo, porque sencillamente no fue una competencia más. Es que las cerca de 50.000 personas que colapsaron cualquier tipo de prevención, vibraron con el sonar de los motores del popular Turismo Carretera.
Hasta las condiciones climáticas se asociaron; la lluvia del sábado le dio paso por momentos, a un brillante sol. La categoría, esa que forjaron los Fangio, los Gálvez, los Emiliozzi, Mouras, Di Palma, Castellanos, Traverso y tantos otros, hasta los pilotos y dirigentes de la actualidad, tuvo su merecido reconocimiento. La ya famosa lucha de marcas también estuvo del lado del espectáculo, porque "Tito" Bessone fue el segundo en la carrera final con un Dodge/Cherokee y Patricio Di Palma, uno de los hijos del inolvidable Luis, con el Torino que el propio "Loco" desarrolló en Arrecifes, arribó en el último escalón del podio. Y porque el otro ídolo Juan María Traverso, se entreveró con los más jóvenes, llegando en un positivo cuarto lugar.
Pero hay más; la pelea por el campeonato 2003 también fue otro de los condimentos. El "cuco" de Guillermo Ortelli, puntero del certamen hasta la capital entrerriana, terminó décimo y relegó la posición de privilegio con el marplatense Christian Ledesma, quien al ver la bandera a cuadros en quinto lugar, se fue de Entre Ríos con "3 porotos" en el bolso más que el cuádruple campeón, cuando faltan 75 en disputa.
El día de las clasificaciones y con 60 autos en pista, empezó mal para el "Gurí" Martínez: se le rompió un motor del flamante Falcon, debiendo llevar un lastre de 60 kg, con los que acumuló nada menos que casi 150 kg de más. Se veía que sus chances de luchar por el ansiado título, nuevamente se esfumaban.
Vaya coincidencia, la pole la conquistaba quien más carreras tiene corridas en esta era: el ex campeón Eduardo Germán Ramos, con el Falcon, se quedaba con el mejor tiempo en su competencia Nº 247 en el historial.
Ayer, en la única serie que no hubo Auto de Seguridad fue en la primera, la que ganó "Lalo" Ramos; las otras (con victorias de Norberto Fontana y Juan Silva, respectivamente), sí debió intervenir el pace car por inconvenientes en los autos de Ponce de León y Fabián Acuña.
Luego de la foto para la historia (donde todos los pilotos se colocaron en la recta principal), la entonación del Himno Nacional, más diversos actos y la clásica pirotecnia, llegó la hora de largada: Ramos-Fontana (Ford y Dodge) y Patricio Di Palma- Silva (Torino-Ford); largaban en las primeras filas. Ledesma lo hacía en la sexta; Ortelli en la séptima y René Zanatta (también le defeccionó un motor de la Chevy), partía desde la fila 19.
Mientras la muchedumbre palpitaba, Ramos mostró el camino desde el inicio, escoltado por Fontana y Silva. Dos vueltas le llevaron nomás al ex Fórmula 1 para quedar puntero con el Dodge/Cherokee. Pero tan pronto tomó la delantera, el motor cantó el "no va más" y en el giro 4 el auto "yacía" en los boxes. Otro tanto acontecía con Diego Aventín.
El de Mechongué (Ramos) fue perdiendo rendimiento y el chaqueño Silva se hizo de la punta de la carrera. Con maniobras de alto nivel Patricio luchaba con Bessone y Traverso deleitaba a la concurrencia en franca lucha con Ramos. Otro ex monarca de la categoría, Walter Hernández, también brillaba y mostraba talento puro, superando autos.
Un molesto humo salía del auto de Bessone. De todas formas su Dodge no perdía rendimiento, a pesar de un leve despiste.
Restando una media docena de vueltas para el final, Silva estiraba diferencias, Patricio Di Palma se mantenía ahí; Traverso ya era tercero pero quería más. Y Bessone se le venía encima a Ramos (quien agudizó sus problemas mecánicos), y al resto.
Faltando 3 giros se dieron alternativas de alto voltaje; Bessone lo sobrepasó al "Flaco" Traverso e hizo lo propio con el "Toro" de Di Palma.
Así se llegó al banderazo, entre el gentío que festejaba y en una carrera que será recordada por mucho tiempo por todo lo que significó, Juan Manuel Silva entró en la historia del TC. La misma dirá que un 5 de octubre de 2003, el "Pato" anduvo a 1.000 con el Falcon en Paraná y se quedó con el triunfo.
TC en Paraná
Carrera: Nº 1.000 desde 1937
Fecha 2003: 13 (de 16)
Autódromo: Ciudad de Paraná
Extensión: 4.219 metros
Organizador: Club de Volantes Entrerrianos
Público: Más de 45.000 personas
Clasificación final; 24 vueltas:
1º Juan M. Silva Falcon
T: 39' 59" 598 mil.
2º E. Bessone Dodge/Cher. a 7" 624 m.
3º P. Di Palma Torino/Cher. 8" 200 m.
4º J. M. Traverso Chevr.
5º C. Ledesma Chev.
6º M. Di Palma Chev.
7º W. Hernández Falcon
8º D. Cingolani Falcon
9º O. Martínez Falcon
10º G. Ortelli Chev.
Campeonato (13 de 16 fechas)
1º Ledesma 171 puntos
2º Ortelli 168,50
3º Bessone 142,50
4º Martínez 137
5º Silva 127,50
PF: 19 de octubre en La Plata.
Paraná (Enviado especial)
Mientras hacía flamear una gran bandera de Ford en el podio, otra ilustraba: "Pato; el Chaco siempre con vos". "Tendría que anotar a todos los que quiero agradecerles; pero arranco por agradecerles a todos los que confiaron en mí. Al equipo que me entregó un gran auto, a mi viejo, a mi hijo Valentino y a toda mi familia. No quiero olvidarme de Guillermo Kissling (director del equipo), de Alberto Canapino (chasis y suspensión) y de Yohnny De Benedictis (motor). A todos ellos, muchas gracias", destacó Silva.
Por (*) Oscar Raúl Aventín
Estas 1.000 carreras significan un montón de cosas: la culminación de una trayectoria y de un ciclo. Pero ya mañana empieza otro, el de las 1.001 y así sucesivamente. Esta es la historia viva del automovilismo argentino y una de las categorías más importantes del mundo. Digo esto por su autenticidad, porque no hay otra que pueda igualarla por historia y trayectoria. Nuestros pilotos han tenido siempre calidad de exportación. De acá salieron campeones como el "Chueco" Fangio; como Froilán González, como Reutemann. Con esos nombres, está todo dicho.
Hoy soy el presidente de la ACTC, pero también fui piloto y gracias a Dios pude ser campeón y mi amor por la categoría es ampliamente conocido. Soy un defensor a ultranza de lo nuestro y éste, vuelvo a insistir, es un éxito de la ACTC: no apartarse de la huella y seguir atrás de la historia nuestra que es ésta. Tenemos hombres de Ford, Chevrolet, Torino y Dodge, peleando por su honor y por el triunfo".
(*) Presidente de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC); ex piloto y campeón del TC.
Daniel Monticelli