Internacionales: INTE-01

Los árabes temen una extensión del conflicto palestino-israelí

AFP. TENSIÓN. El ejército israelí tomó posiciones de alerta en su frontera con siria aunque quiere evitar un conflicto armado con Damasco.
Tras su incursión en Siria, Israel quiere evitar una escalada militar. Repudio internacional por el ataque israelí. Túnez, Marruecos y Líbano condenaron hoy con firmeza al Estado judío. El gobierno de Sharon permanece en silencio y no se han pronunciado sobre el bombardeo sobre Siria.


El Cairo. - Los árabes acusaron a Israel de querer arrastrar la región a una espiral de violencia, pero prefirieron recurrir a las Naciones Unidas afirmando que no quieren responder a la incursión israelí contra Siria.

Pero el Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de urgencia a petición de Siria que le pidió condenar "la agresión militar de Israel" levantó la sesión ayer sin fijar fecha para la votación de un proyecto de resolución.

La Liga Arabe, reunida igualmente a petición de Damasco anoche en El Cairo, acusó a Israel de querer arrastrar la región a una "espiral de violencia" y pidió a la ONU intervenir inmediatamente para detener "las provocaciones israelíes" contra Siria.

El secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, afirmó que era "necesario aferrarse al papel de la ONU y del Consejo de Seguridad cualquiera que sea el resultado de la votación".

A los periodistas que le preguntaron si los árabes temen, tras la incursión israelí, una extensión del conflicto al Medio Oriente, Mussa respondió: "Sí, eso es lo que tememos".

El comunicado de la Liga Arabe proclamó igualmente "su entera solidaridad con Siria y su apoyo a todas las medidas que tome para responder a esta agresión".

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, llamó hoy por teléfono a su homólogo sirio Bachar Al Assad para ofrecerle "el apoyo total de Egipto", según la televisión egipcia.

Los dos mandatarios hablaron "acerca de las gestiones iniciadas por Siria en la escena internacional con miras a revelar la verdad de la agresión israelí", y sobre todo "las afirmaciones mentirosas de Israel sobre la presencia de organizaciones en el territorio sirio", según la televisión.

Israel afirmó que había bombardeado una base utilizada por el movimiento de la Jihad Islámica, lo que Damasco y la organización radical palestina desmintieron.

Estrategia de Sharon


La prensa libanesa estimaba hoy que el ataque de la fuerza aérea israelí contra territorio sirio era una medida adoptada por el primer ministro, Ariel Sharon, para salirse "del pantano palestino".

"En la actualidad Israel se encuentra en aprietos, todos los analistas israelíes que tienen cierto peso lo reconocen, salvo Ariel Sharon, que sintiéndose fuerte gracias al apoyo de Estados Unidos se refugia en una actitud que sólo aportará inseguridad a la sociedad israelí", comentaba hoy el diario As Safir.

La prensa oficial siria advirtió no obstante sobre los riesgos de una "escalada" y reafirmó que "su opción estratégica es la paz".

No obstante, el diario gubernamental Techrine señaló que las fuerzas militares sirias dirigidas por el presidente Bachar Al Assad "deben estar listas ante un enemigo que busca la escalada y comete actos terroristas".

Silencio israelí


En tanto, las autoridades israelíes guardaban silencio hoy sobre el bombardeo de sus fuerzas aéreas en Siria por la fiesta del Yom Kipur, mientras Yasser Arafat ha declarado el estado de emergencia y creado un gobierno de crisis debido a la grave situación de seguridad que atraviesa.

El Estado de Israel se encuentra hoy totalmente paralizado y aislado del exterior con todas las fronteras cerradas por la festividad de Yom Kipur o Día del Perdón, la más sagrada del calendario hebreo, para cuyas celebraciones el gobierno de Ariel Sharon ha cerrado a cal y canto los territorios palestinos.

Las calles de las ciudades israelíes permanecen desiertas, la circulación de vehículos está prohibida y los medios de comunicación han suspendido todas sus emisiones.

Asimismo, el ejército israelí ha reforzado el estado de sitio en la provincia de Tulkarem y patrulla las carreteras que conectan las aldeas con la ciudad, con lo que han estrangulado toda capacidad de movimiento de sus habitantes, lo que afecta particularmente a los escolares y trabajadores.

Por su parte, el presidente palestino, Yasser Arafat, emitió ayer un decreto presidencial por el que declaró el estado de emergencia en Gaza y Cisjordania, ante los intentos de Israel de deportarle y la presión internacional para que actúe contra los grupos armados tras el ataque suicida en Haifa.

También en ese documento Arafat anunció la creación de un gobierno de crisis para "reforzar la unidad de los palestinos" y ha nombrado primer ministro a Ahmad Qorea, ante la situación de emergencia que atraviesan la dirección y el pueblo palestinos. (AFP-EFE)