Lima. - El presidente de Perú, Alejandro Toledo, ha solicitado la dimisión en pleno de sus ministros y consejeros, para intentar acabar con una crisis que ha reducido al 15% su respaldo ciudadano.

Toledo hizo pública esa petición, inédita en la historia política peruana, "en estricto cumplimiento de sus atribuciones constitucionales" y anunció que la jura del nuevo equipo ministerial será el lunes.

La decisión del gobernante responde a la crisis que ha afrontado su gobierno en las últimas semanas, tras una serie de denuncias periodísticas sobre los presuntos casos de tráfico de influencias por parte de varios ministros.

Esas denuncias comenzaron hace un mes, cuando un medio local reveló que el vicepresidente primero y entonces ministro de Comercio Exterior y Turismo, Raúl Diez Canseco, había favorecido con un decreto al padre de una joven vinculada sentimentalmente con él.

Esa denuncia, que señaló además que la joven y dos de sus primos habían sido contratados por el Ministerio de Comercio, desencadenó la renuncia de Diez Canseco a la cartera que ejercía y su posible destitución de la vicepresidencia según sea el resultado de la investigación legislativa abierta.

Con posterioridad, un programa de la televisión local denunció un presunto tráfico de influencias de la presidenta del Consejo de Ministros, Beatriz Merino, a quien se acusó de haber favorecido a su amiga Irma Chonati, con quien comparte una vivienda desde hace doce años.

El programa informó de que Merino, antes de llegar al Consejo de Ministros, favoreció a Chonati desde su cargo en la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria.

Diversos medios de comunicación mencionaron que la propia Merino acusó al ex presidente del Consejo de Ministros Luis Solari, destacado miembro del partido gobernante Perú Posible, de ser el autor de esa denuncia como parte de una campaña de difamación.

Asimismo, Merino dijo a diversos periodistas peruanos que Solari la acusó ante el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, y el nuncio apostólico en Perú, Rino Passigato, de presuntas prácticas homosexuales.

El cardenal negó, en un comunicado, haber recibido la visita de alguna personalidad política para denunciar asuntos relacionados con la vida privada de la ministra Merino, que está actualmente en Estados Unidos.

Solari rechazó esas acusaciones y denunció que es víctima de las intrigas del consejero presidencial Guillermo Gonzales Arica, uno de los personajes más cercanos al presidente Toledo.

Los medios locales señalaron que Merino adelantó de manera privada su intención de dimitir del cargo y que el presidente Toledo tiene lista ya la remodelación de su gabinete, con la intención de acabar con la crisis que ha dejado su popularidad en el 15 por ciento, tres puntos menos que hace un mes.

El diario Correo informó hoy de que el ministro de Trabajo, Fausto Alvarado, ha colocado en diversas entidades del Estado a ocho familiares, hechos que serán investigados en los próximos días por el Congreso.

La decisión de Toledo recibió el elogio de los parlamentarios de la oposición y del oficialismo, que la consideraron una muestra de firmeza para solucionar la aguda crisis.

El congresista Rafael Rey, de la alianza opositora Unidad Nacional, elogió al gobernante y dijo que "muchas veces hay que tomar la decisión de poner orden en el gobierno" y que esta medida "es algo positivo".

La parlamentaria Celina Palomino, del partido gobernante Perú Posible, manifestó que la decisión del mandatario "es saludable y merece una felicitación". "El presidente sabe en qué momento actuar y de qué manera hacerlo", destacó la legisladora.

El congresista Javier Velásquez, del opositor Partido Aprista Peruano, indicó que lamenta que la decisión incluya a Merino, que, según su opinión, contaba con un amplio respaldo.

Velásquez dijo que con esta petición del presidente de Perú "ha triunfado la posición más dura del gobierno", que según diversas fuentes siempre estuvo en desacuerdo con la gestión de Merino, a pesar de que contaba con un alto favor ciudadano. (EFE)