Las distintas ofertas de compra de medicamentos a través de Internet que llegan por correo electrónico plantean muchos beneficios para quienes deciden ingresar en el sistema.

Con sólo un click en el producto de su elección, el cliente puede comprar tanto un medicamento para bajar de peso, relajar los músculos, aliviar el dolor, poder dormir o hasta dejar de fumar. Tampoco falta el Viagra para hombres con problemas sexuales.

La propuesta es la venta de manera "privada, segura, confiable y fácil", según rezan los slogans de las denominadas offshore pharmacy (farmacias virtuales), pero no advierten sobre los inconvenientes para la salud que pueden tener estos productos si son adquiridos sin la prescripción médica o el control del farmacéutico.

Así lo advirtió la secretaria del Colegio de Farmacéuticos de la provincia, Alicia Caraballo, al mencionar que "no es lo mismo comprar una mercancía cualquiera por Internet, como una prenda o un comestible, sino que se trata de un medicamento y se corren muchos riesgos al no implicar un contacto con un profesional".

La Anmat (organismo que regula la venta de medicamentos en nuestro país) no tiene una regulación para la venta de medicamentos por la Red, a diferencia de lo que ocurre -por ejemplo- en Estados Unidos, donde está permitida aunque se encuentra regulada.

Según su opinión, se trata de "un efecto más de la globalización" porque este tipo de comercialización "atraviesa fronteras pasando la regulación e impidiendo que se efectúen controles".

Caraballo aseguró que -ante esa falta de contralor oficial- lo que se debe hacer es brindar información al paciente, explicándole que "uno no puede tomar lo que uno le parece que necesita, porque en el medio del consumo de un medicamento debe estar al menos el médico y el farmacéutico. Son profesionales que les pueden explicar y estar en contacto con el paciente, advertirle y controlarlo".

Respecto del rol particular del farmacéutico, recordó que -tras haber sido formado durante 5 años y obtener un título universitario- debe resguardar a la población de todo lo que implica recibir en el organismo un medicamento que es una sustancia química que no es inocua.

Pero lo que más preocupa a la profesional es que la venta on line se da frecuentemente en sicofármacos, productos para adelgazar o para dormir. Aseguró que con ellos se corren muchos riesgos, como la automedicación, porque cuando uno compra un medicamento tiene una prescripción médica y, en especial los sicofármacos deben tenerla, según lo establece uno de los requisitos legales.

La farmacéutica agregó que "pensamos que especialmente el caso de los sicofármacos es una cuestión aparte, porque también hay que tener en cuenta la dependencia sicológica y física que produce el consumo de este producto".

Por último, insistió en que el cliente on line también puede cometer errores al creer que necesita un medicamento y no necesitarlo; puede padecer interacciones con los medicamentos que ya está tomando y que son recetados, o con los alimentos; o puede generarle efectos adversos y está totalmente desprotegido al no poder consultar con nadie.

La venta de medicamentos on line trae aparejada una serie de riesgos para aquellas personas que acceden a este sistema de comercialización:

La comercialización de medicamentos de venta libre está controlada por la Anmat pero "hay mucho exceso de publicidad y se venden a veces fuera de las farmacias", admitió la farmacéutica Alicia Caraballo.

Sin embargo, planteó que la población escucha los consejos que se dan desde el Ministerio de Salud, los colegios profesionales o la universidad en donde se les explica que también son medicamentos y qué precauciones tomar cuando se los consume.

Agregó que "si tiene acceso a una farmacia debe aprovechar el consejo de un profesional en este sentido, quien está preparado para poner una red en todos esos riesgos que sabemos que existen".

Respecto de otras irregularidades en el consumo de estos productos, Caraballo mencionó que "también está el caso de cuando se usa un antiinflamatorio o un analgésico excesivamente. El dolor o la inflamación son síntomas pero pueden ser crónicos y no se pueden controlar o a veces advierten que está pasando algo en el organismo. Por eso, en lugar de tapar ese síntoma se debería tratar de encontrar el problema con el médico".