Area Metropolitana: AREA-06 Ciudadela Norte envió una carta al arzobispo
El objetivo es interiorizarlo de la problemática social y económica del barrio y de la inseguridad que padecen los vecinos.


La vecinal de Ciudadela Norte envió una carta al arzobispo José María Arancedo a fin de interiorizarlo de la problemática social y económica que se encuentra atravesando una gran barriada de la zona y de Villa Hipódromo.

"La problemática social es muy grave. La inseguridad se ha adueñado del barrio, la situación laboral de las familias es inestable, dado que la mayoría cuenta con un plan de trabajo de 150 pesos y les resulta insuficiente para subsistir y llevar adelante dignamente el crecimiento del hogar. Hay otros casos en que tanto los padres como los niños pequeños salen diariamente a la calle a ganarse un peso, ya sea cirujeando, haciendo changas y/o pidiendo comida para llevar a sus hogares", explicaron desde la vecinal al arzobispo.

En el último tiempo, el temor de los vecinos se ha generalizado por la ola delictiva de asaltos callejeros y en las propiedades. "Tenemos que estar presos rodeados de rejas en nuestras casas mientras los delincuentes disfrutan de las calles. Notamos que las autoridades provinciales y los legisladores no dictan normas ni sancionan leyes que protejan a los ciudadanos honestos y que es insuficiente la atención que brindan a tanta niñez y ancianidad desprotegidas".

Además, enumeraron problemas de desnutrición, de madres solteras, de mujeres embarazadas precoces, de mujeres golpeadas, de padres alcohólicos, y de jóvenes adictos como una realidad frecuente en el barrio.

Con respecto a los distintos programas sociales lanzados por el gobierno afirmaron que "a veces no alcanzan para contener tanta miseria".

UN PROBLEMA SIN SOLUCIÓN


Un problema de vieja data que no encuentra solución es el de las numerosas familias que han construido sus viviendas en terrenos del ex Plan Lote: "Hace más de 20 años que esta institución, juntamente con los vecinos afectados, viene bregando en las distintas oficinas del gobierno, de la Legislatura y de la Municipalidad para que se tomen urgentes medidas que le den una solución definitiva a sus ocupantes y puedan obtener sus boletos de compra venta, ya que logrando este objetivo, nuestro barrio tendría la apertura de calles que corresponden, se procedería al cierre de los peligrosísimos pasillos que actualmente sirven como vía de escape de los malvivientes y se eliminarían las cavas internas que aún se encuentran en la manzana de calle Gaboto, Gorostiaga, Ricardo Aldao y Lamadrid.

Por último, la vecinal solicitó al arzobispo su colaboración para brindarles alimentos no perecederos, ropa para niños y ancianos, útiles escolares y calzado.