La fecha recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén, montado en burro y aclamado por la gente con palmas y ramas de olivo: "íHosanna! íBendito el que viene en el nombre del Señor! íBendito sea el Reino que ya viene, el Reino de nuestro Padre David! íHosanna en las alturas!" (Mc. 11,9-10). Es un día de júbilo, de alabanzas y de gloria para los fieles.
El lenguaje, los signos y los símbolos de la liturgia de hoy giran en torno de una idea fuerza: en Jerusalén ingresó Jesús y hoy los fieles vuelven a aclamarlo como rey de la paz.
La liturgia es una mezcla de alegría y tristeza. El ambiente festivo de la procesión es atemperado por el tono que la misa imprime a la celebración. En ella se leen tres textos bíblicos: el libro de Isaías (50,4-7), una carta de San Pablo (Filipenses 2,6-11) y por último se lee el relato de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, según la versión del evangelista San Lucas.
A lo largo de la semana, está prevista una serie de cultos en las parroquias santafesinas: Vía Crucis, rezo del rosario, misas, lavatorio de pies, adoración del santísimo y vigilia pascual.
(PERSONA y SOCIEDAD).