En Concejo Municipal se aprobó un proyecto de resolución, autoría de los concejales Leonardo Simoniello y Jorge Henn, que intenta preservar los adoquines que sean extraídos de las avenidas Alem y 27 de Febrero. La idea es que, una vez retirados por la empresa a cargo de la ejecución de la obra de remodelación, los adoquines sean custodiados para su posterior utilización en espacios de uso público, calles, plazas, plazoletas, parques.

Los concejales señalan que la conservación del patrimonio urbano, es una cuestión a la que no siempre en nuestra ciudad se le ha prestado particular atención. Edificios emblemáticos, áreas urbanas han desaparecido o se han modificado de tal modo que ya no cuentan con los elementos que podrían identificarlos con su tiempo, con su calidad constructiva y con su estética formal.

"Pero no sólo edificios o conjunto de edificios que conforman áreas urbanas han sufrido deterioro o desaparición -advierten los ediles-. Son muchos los elementos que identifican el patrimonio de una ciudad, entre otros, en calles de determinados barrios los adoquines constituían un elemento identificatorio de su carácter. Esta situación también se fue perdiendo a partir de las coberturas asfálticas sobre estas calles de adoquines, no siempre justificadamente", expresan.

En este sentido, explican que la remodelación de las avenidas Alem y 27 de Febrero provocará la extracción de un importante número de adoquines -de los cuales podría disponer la Municipalidad- por lo que consideran que este patrimonio debe ser adecuadamente computado y depositado para evitar que sea utilizado para fines distintos al uso de mejorar y calificar los espacios públicos de nuestra ciudad.

"La disponibilidad que de ellos realice la Municipalidad, su depósito y custodia es de suma importancia con el fin de ser utilizados en la cualificación del espacio público y no para el embellecimiento de viviendas particulares", dicen los concejales.

Sugieren que esos adoquines se podrían utilizar en los siguientes casos: como reguladores de velocidad en reemplazo de los pianitos y lomos de burros, como identificadores de obras de valor patrimonial en el centro histórico de la ciudad, en el diseño de piso de espacios públicos -en particular los que corresponden a plazas o plazoletas y sitios particulares-, para senderos peatonales en apertura de cruces ferroviarios.

Respecto a su utilización como identificadores de obras de valor patrimonial, se pretende incorporar una idea que fuera oportunamente aceptada por la Comisión de Defensa del Patrimonio, para señalizar obras en el casco histórico de la ciudad.

También existen plazoletas en nuestra ciudad que presentan la particularidad de poseer ingresos vehiculares alternativos, tales como la plaza Estrada Bello, o el acceso a las viviendas frente al Parque del Sur, o la plazoleta en Marcial Candioti y Rosalía de Castro, o en muchas otras que pueden recuperar su valor estético así como permitir y regular el acceso vehicular.

Otra alternativa en su utilización puede corresponder a los senderos peatonales en la apertura de los pasos a nivel, que aportan a mejorar el espacio público.