Días atrás visitaron la Bolsa de Comercio de Santa Fe el diputado nacional por la provincia de Córdoba, Lic. Mauricio Bossa, y el Ing. Agr. Ricardo Melgar del Inta Pergamino, quienes expusieron los alcances de un proyecto de ley presentado en el Congreso de la Nación, denominado "Programa de Promoción del uso de fertilizantes".

La iniciativa se vincula con una preocupación de la entidad bursátil compartida con otras instituciones representativas de los actores principales de la cadena productiva de agroalimentos.

La presentación estuvo a cargo del Ing. Melgar, quien expuso los fundamentos técnicos del proyecto. Dijo el técnico: "En las últimas décadas ha habido un acelerado y creciente proceso de agriculturización, un avance del área agrícola sobre lo que era tradicionalmente área ganadera, de cría, de tambo. Ello ha llevado a un proceso de degradación de la productividad de los suelos, esencialmente a través de un limitado uso de fertilizantes, sobre todo en la primera etapa en las décadas del '80 y el '90.

"El proceso de sojización -continuó- ha hecho que muchas hectáreas del norte del país que antes eran pastizales o sencillamente áreas destinadas a la agricultura extensiva, entraran en producción. Tanto es así, que hoy disponemos de casi 8 millones de hectáreas de tierra útil en las provincias del norte".

Luego agregó: "En el 2001 apenas contábamos con 3 millones de hectáreas en la región antes referida. La ampliación de esa superficie fue consecuencia no sólo del proceso tecnológico de agriculturización sino de una acelerada toma de ganancias por los dueños de la tierra. Fue creciendo el área de cultivo, básicamente la tasa de entrada en agricultura se promedió alrededor del 5% anual. Este proceso continuará, ya que hay todavía tierras disponibles y sólo se está trabajando el 35% de ese área agrícola".

Melgar prosiguió diciendo que "el escaso uso de fertilizantes ha conducido a un acelerado proceso de extracción de minerales, sobre todo minerales estratégicos como el fósforo, de los cuales la Argentina no tiene depósitos todavía en explotación; por el momento dependemos de la importación". (Ver gráfico).

"En Santa Fe, afirmó el técnico, se puede observar cómo el sur de la provincia está afectada de una manera grave por este proceso de exportación de nutrientes, no sólo de fósforo sino también de azufre, boro, calcio y la degradación que se produce por acidificación. El área núcleo, o sea la constituida por el norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y suroeste de Córdoba es el área más afectada; en parte, porque es la que más granos produce por hectárea y por año".

"Los 100 millones de toneladas que todos mencionan se van a dar a expensas de una mayor área cultivada y un aumento de la productividad que depende de la fertilización. No obstante, el área de fertilización está prácticamente al límite sobre todo en los casos del trigo, el maíz y las pasturas. Entre tanto, todavía hay una brecha que cubrir en el caso de la soja y el girasol". (Ver gráfico).

Más adelante, Melgar hizo referencia al convenio entre el Inta y las empresas del sector denominado Fertilizar, que promueve el uso de fertilizantes y trata de mantener desde el sector público, la fertilidad de los suelos. Manifestó al respecto: "El proyecto ha generado desde 1994 a la fecha suficiente información y acciones de transferencia que han conseguido -partiendo de casi nada a comienzo de los 90 (8 kg de fertilizantes/ha)- llegar ahora a 25 kg/ha. Asimismo, la brecha entre extracción y reposición se ha logrado disminuir apreciablemente -un 35%-, aunque todavía estamos muy lejos de lo que se necesita".

Con relación a los avances en áreas fertilizadas destacó: en trigo se pasó del 30% al 90%; en maíz del 15% al 85%; en pasturas, del 5% al 50%; en soja del 2% al 35% y en girasol, del 5% al 40%.

La importancia del uso de fertilizantes puede expresarse en el hecho de que alrededor del 25 al 30% de la producción puede ser explicada por su empleo, afirmó Melgar. El impacto que podría tener un mayor uso de este insumo a distintas escalas, podría resumirse así: si se aumentara un 2% el empleo de fertilizantes, la producción se incrementaría un 6% y el saldo exportable un 8%. En consecuencia, el Estado ingresaría a sus arcas un 12% más en términos de impuestos".

Posteriormente, el diputado Bossa expuso ante el directorio de la Bolsa los aspectos normativos del proyecto.

Manifestó el legislador: "Estamos viviendo una especial coyuntura macroeconómica, este tipo de cambio -una especie de convertibilidad a tres pesos- ha desatado una serie de fuerzas que permanecían ocultas en la economía nacional, pero que básicamente se habían cimentado en la década pasada. Me refiero particularmente al campo.

"El sector agropecuario argentino ha sido históricamente el más eficiente de la economía nacional; el productor rural medio de la Argentina es quizás el empresario que mejor responde a las coyunturas internacionales, que más rápidamente globaliza su producción. Ha sido así en los '90, en un contexto de dólar bajo, cuando las exportaciones no rendían tranqueras adentro lo que rinden hoy. No obstante, el campo se industrializó incorporando tecnología de punta. Cuando la coyuntura se revirtió, el campo aprovechó su capital instalado para batir récords de exportación. Si estamos frente a un sector tan dinámico, que reacciona tan proactivamente frente a cambios globales, ¿por qué debería ser el gobierno el que decidiera cuáles son los cultivos más adecuados para las explotaciones que tiene el país? La racionalidad del productor agropecuario es un valor a preservar en el país".

Y continuó: "Hay que romper ese falso paradigma basado en que algunos burócratas tienen la aptitud técnica para señalar al campo qué se debería producir. ¿Cómo se rompe esta creencia? Creando un Programa de Promoción del uso de fertilizantes que básicamente involucra dos grandes políticas. En primer lugar, descuentos impositivos para aquellos productores que fertilicen. En ese sentido, el Art. 4° del proyecto de ley establece que podrán computar como pago a cuenta del impuesto a las ganancias el 100% del impuesto al valor agregado contenido en las compras de fertilizantes. En segundo término, arancel cero para la importación de aquellos fertilizantes que sean necesarios y no se produzcan en el país (principalmente el caso del fósforo). Al respecto, el Art. 6° de la iniciativa expresa que esta eximición se aplicará por el término de 10 años contados desde el momento de la sanción de la norma".

Para finalizar, el diputado Bossa se preguntó acerca del costo fiscal de esta medida, manifestando que es prácticamente inexistente en razón de que "un aumento en la fertilización de los suelos produciría incrementos de alrededor del 12% en los retornos para el Estado por retenciones a las exportaciones, entre otros impuestos".