Aseguran que con un incremento de las exportaciones perdurará el crecimiento

Los economistas Pablo Gerchunoff y Horacio Aguirre presentaron un trabajo titulado Retórica política y política económica: la administración de Kirchner, en el que remarcaron que para que el alto crecimiento perdure "se requiere de un incremento significativo de las exportaciones a partir de inversiones de gran escala en los sectores productores de bienes transables y reglas de juego claras por parte del Estado, a fin de generar confianza".

Al respecto, puntualizaron que para lograrlo se necesita "plantear cuanto antes el debate acerca de cómo fomentarlas y financiarlas".

Por otro lado, se analizaron las características distintivas de la actual recuperación económica y el grado en el cual las medidas tomadas contribuyeron a esta recuperación: el largo camino para regresar de la ruptura de contratos, incluyendo la marcha de la renegociación de la deuda externa, y las condiciones que debería reunir un nuevo patrón productivo para expandir el crecimiento y reducir la tasa de desempleo.

En este documento también se hizo hincapié en que la agenda económica de Kirchner deberá incluir temas de más largo plazo si se desea que la economía mantenga su dinamismo. Además, otorga especial relevancia al crecimiento liderado por inversión en actividades exportadoras. "Tanto para cubrir las necesidades de insumos importados a medida que el nivel de actividad se expanda como para pagar la deuda, se precisa que las exportaciones aumenten a una tasa mayor de la que vienen registrando desde la devaluación", diagnosticaron Gerchunoff y Aguirre.

Para lograrlo, se requiere, además de un repunte cuantitativo, un salto cualitativo de la inversión. "Hay que atender la expansión productiva de algunos sectores, donde la capacidad ociosa tienda a disminuir y a dar una orientación hacia actividades exportadoras".

BAJO ANÁLISIS

Según se destacó en este trabajo, "los que más invierten en la Argentina son los que tienen proyectos orientados a la producción de bienes transables que no implican altos compromisos de capital o ya cuentan con un grado significativo de capital hundido: típicamente, el sector agropecuario y muchas pequeñas y medianas empresas, algunas de las cuales son de reciente nacimiento".

El desafío "es activar la inversión que hoy no se realiza: aquella que insume un monto muy significativo de capital y cuya ejecución está condicionada por la cesación de pagos, la memoria de la alta volatilidad, así como por la falta de percepción de un marco de normalidad macroeconómica, en particular, en lo que se refiere a un tipo de cambio real normal a futuro", remarcaron los profesionales.

Al referirse a las políticas públicas que pueden favorecer la inversión en gran escala, señalaron que hay que completar la renegociación de la deuda externa para reducir el costo del capital y que la persistencia en políticas fiscales y monetarias prudentes, más un tipo de cambio real alto en un contexto de economía abierta, pueden operar en la dirección deseada.

No obstante, si bien sostuvieron que esas condiciones son necesarias, estimaron que pueden no resultar suficientes y que "quizá se requiera en el futuro alguna forma de subsidio a la inversión".

ADVERTENCIA

Los especialistas advirtieron que, "como actualmente el Estado no está en condiciones de ofrecer ni inversión pública ni subsidios, su rol debería basarse en generar confianza por medio de reglas de juego claras, interactuando con el sector privado por medio de una coordinación explícita y previsible entre gobierno y empresas. Así se logrará favorecer la realización de inversiones que conllevan un alto nivel de capital".

Por último, Gerchunoff y Aguirre puntualizaron que, "cuando nuestro país alcance el máximo de producción anterior, no lo hará con déficit de cuenta corriente como ocurrió en 1998, sino manteniendo un superávit" (DyN).

Puntos clave

En este documento de Gerchunoff y Aguirre que fue publicado en www.pentfundacion.org- también se destaca un conjunto de características distintivas de la reactivación en curso: el reducido grado de respuesta de los precios a la devaluación, la asociación positiva entre tipo de cambio y resultado fiscal y un positivo resultado del sector externo.