Chico secuestrado sigue con vida
Los vecinos expresaron su solidaridad con el joven secuestrado y su familia. (DyN).. 

Los captores de Nicolás contestaron a preguntas que sólo él está en condiciones de responder. La prueba de vida ofrecida ayer facilita las negociaciones entre secuestradores y padres de la víctima.

Buenos Aires.- La familia del adolescente de 17 años Nicolás Garnil, quien permanece secuestrado desde hace cinco días, recibió ayer una prueba de vida que acrecentó las esperanzas de una inminente liberación.

La prueba de vida fue una pregunta que hicieron los familiares durante una comunicación con los captores, acerca de un dato que los secuestradores tuvieron que preguntar en ese mismo momento al adolescente.

Los investigadores del caso confiaron en que la prueba de vida podría implicar un avance en las negociaciones tendientes a lograr una resolución favorable en torno del joven, secuestrado el último domingo en cercanías de su casa, en el partido bonaerense de San Isidro, cuando se dirigía a misa con su madre.

En tanto, una multitud de vecinos marchó anoche hasta la puerta del domicilio del joven, en Navarro 4200, para pedir por su aparición y reclamar seguridad. El acto estuvo dominado por el silencio de los manifestantes, muchos de los cuales portaban velas encendidas y escasos carteles, como uno que llevaba la inscripción: "Seguridad. Nico= Nosotros".

Los vecinos reclamaron mayor seguridad en la zona de San Isidro, que se convirtió en el epicentro de los secuestros extorsivos. Entre los presentes se encontraban el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y familiares de otras víctimas, como Elsa Schenone, madre de Marcos, quien murió baleado al salir de un restaurante cuyo dueño -Horacio Conzi- está detenido, y la de Juan Manuel Canillas, asesinado por los secuestradores pese a que su familia pagó rescate.

Mientras los vecinos se concentraban frente a la vivienda, se conoció una información que generó optimismo entre los familiares, ya que los secuestradores enviaron una prueba de vida de Nicolás.

Los padres del joven, dos conocidos médicos de la zona, habían recibido desde ayer una gran cantidad de llamados telefónicos para acordar la forma y el lugar del rescate. Los captores habían reclamado 200.000 pesos para liberar con vida al joven, cifra excesiva para sus familiares, pero a raíz de la cantidad de llamados sospechan que podrían haberse comunicado personas que no participaron en el secuestro, con la intención de cobrar el rescate.

Nicolás fue secuestrado por varios delincuentes fuertemente armados que lo sorprendieron cuando se dirigía con su madre a la parroquia Nuestras Señora de la Merced, para asistir a misa. Los captores se llevaron directamente al chico obligándolo a subir a un auto. Más tarde, los captores llamaron a la familia y exigieron 500.000 pesos de rescate, cifra que bajó de manera considerable en sucesivas comunicaciones.

El caso provocó una honda preocupación en la familia, que se encerró en el domicilio desde el domingo, hasta que ayer, a través de una carta leída por Juan Carlos Blumberg, su hermana Agustina le envió un conmovedor mensaje en el que pidió "por favor, no te resistas a nada. Y si alguien te trata mal, no te dejes vencer por el miedo".

"Parece que estamos invadidos por una banda de delincuentes que nos han tomado como rehenes en nuestro propio partido de San Isidro. Antes, era un lugar de gente feliz; ahora, somos un montón de papás desesperados, con miedo, angustia y dolor", dijo la madre de Marcos. (DyN).