Cartas a la dirección

Carta a un maestro, un padre, un amigo

Señores directores: Ya ha transcurrido un año de tu partida. Mentalmente estábamos preparados para que ese día llegara pero nuestro corazón pensaba distinto. Cómo imaginar que ya no te tendríamos con nosotros. Si vos eras eterno, eras Pedro Oscar Roteta. Eras nuestro referente en todo. Aquellos que no te conocieron, se perdieron a un tipo apasionado en el sentido amplio de la palabra. Tenías un genio fantástico, nunca te vimos malhumorado o descortés con nada ni con nadie. Eras un fanático por la gente joven, a la cual tomabas como tus aliados en las diversas facetas de tu profesión. ¿Cuántos colegas locutores y periodistas se formaron a tu lado? Eras docente con todas las letras. Tu figura regordeta, tu paso corto, se completaban con tu personalidad. Eras olvidadizo, despistado, algo torpe, pero por sobre todas las cosas "buena gente". Disculpanos si en los últimos tiempos te teníamos al jaque con tus kilitos de más, pero te cuidábamos. Hincha veneno de nuestro querido "tate", de Monzón, de Chiquito y por supuesto de Campamento Litoral.

Hacías un culto de la amistad y nosotros sabemos muy bien que muchos no respondieron de igual manera cuando les brindaste tu confianza y sinceridad. Allá ellos. Amaste como nadie la radio y el diario. Las sobremesas largas y los partidos de truco. Cuántas veces Gloria renegaba porque te escapabas para jugar tus torneos de truco en el Quillá.

Y cómo no hablar de tus maravillosos encuentros en el Paraninfo. Las noches de Gala del Folclore. Yo sé lo que te costaba y nos costaba mantener ese ciclo. Desde las trabas internas existentes hasta las externas que también fueron muchas. A cuántos músicos ayudaste. No nos alcanzaría la hoja para enumerarlos a todos. Muchos fueron también los que no perdonaron tu éxito, tu carisma y tu convocatoria. Intentaron hacerte la guerra pero vos siempre les ganabas.

Gracias por la confianza, la paciencia, la enseñanza. Abracé esta profesión como nadie y te acompañé hasta tus últimos momentos. Me guiaste en esta profesión desde el principio, desde que mi papá te recomendó esa tarea. Gracias Cachito, de corazón, tu recuerdo vive con nosotros. Silvina R. Cian, DNI. 21.816.247.

María Municoy de Argüello, "Quina"

Señores directores: El 15 de agosto ppdo. falleció, en forma inesperada, la Sra. María Joaquina Municoy de Argüello, para nosotros Quina.

Ella, docente de alma, formó parte del primer grupo de maestras, que orientadas por la Sra. Gladys Peyrano Cabral, profesora de Sordos, participamos de los comienzos de esta educación especializada en nuestra ciudad. En 1951 inició sus actividades la que hoy es Escuela Especial N° 2012, que continúa educando niños sordos desde hace 53 años.

Poco tiempo atrás, reunidas las que fuimos compañeras en esa noble tarea, revivimos anécdotas y experiencias que nos hacían recordar el ingenio, la habilidad para el dibujo y la pintura, la dedicación y los recursos didácticos que Quina ponía en juego en su diaria tarea, para posibilitar a tantos chiquitos sordos la adquisición de lenguaje, que les permitiera comunicarse.

Inolvidable maestra, sin duda, para quienes fueron sus alumnos, compañera entrañable de las docentes que con ella iniciamos el camino y madre abnegada de su linda familia, florecida en seis hijos y muchos nietos, que eran su alegría y su orgullo, nos ha dejado un vacío enorme.

Hoy nos acompañan los hermosos recuerdos de sus profundos ojos, su risa cristalina, y la rica charla de una tarde compartida hace sólo unos días, que no imaginamos sería la última. En el cielo tendrá el merecido descanso, que supo ganarse en esta vida. Lilia B. Santander de Ayala, DNI. 2.078.555, María del Carmen Villalba de Raspanti, L.C. 1.118.277. Ciudad.