El director nacional de Política Macroeconómica, José Luis Maya, afirmó que 2005 empezará para la economía argentina con un piso de crecimiento del 2 %, producto del arrastre que generará la suba estimada del 7 % para este año.
De todos modos, Maya advirtió sobre los perjuicios que podría generar "la euforia" por este crecimiento, si no se cuidan las diferentes variables que hacen a la economía, tanto en el frente interno como externo.
"El ritmo de la economía es fuerte", indicó el funcionario, al referirse a los resultados del Producto Bruto Interno (PBI) difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec), que arrojaron un crecimiento acumulado del 8,6 % en los primeros 8 meses del año en comparación con el período enero-agosto de 2003.
En consecuencia, Maya estimó que "el arrastre para el año que viene es importante, del orden del 2 %".
Sin embargo, advirtió que "el peligro es que haya demasiada euforia" entre los agentes económicos, "no sólo por recalentamiento, sino por la configuración del crecimiento en todas sus variables".
Maya destacó que "el sector externo tiene un comportamiento sostenible", pero recomendó seguir de cerca "el boom de los precios relativos y el ingreso de capitales" para evitar sacudones que repercutan en el frente interno.