Al menos por ahora, sigue detenido el comerciante que mató a un ladrón
En pocas horas, el juez deberá decidir si actuó, o no, en defensa propia. Habría amenazas de amigos y familiares del ladrón que falleció ayer en el hospital Cullen.

Seguramente H.D., el comerciante del barrio Centenario que el miércoles acuchilló a un adolescente que lo asaltaba con un revólver en mano, jamás imaginó que hoy pasaría su cumpleaños en prisión... Pero el destino quiso que así fuera.

Faltaban pocos minutos para las 18 de ayer cuando H.D. comenzó a declarar ante Julio César Costa, el juez de Instrucción que en las próximas horas deberá decidir si el panadero actuó, o no, en defensa propia (ver nota aparte).

Según trascendió de distintas fuentes relacionadas con las investigaciones, el comerciante aseguró al magistrado que actuó en defensa propia, ya que el menor lo habría amenazado con un revólver calibre 38 y, entonces, él reaccionó con un cuchillo.

Esta mañana, el magistrado esperaba recibir al menos tres declaraciones de testigos de lo ocurrido en esta panadería ubicada en Tarragona y Bolívar, mientras aguarda el resultado de los peritajes que se llevan adelante sobre el arma secuestrada.

No se descarta que Costa tome una decisión en las próximas horas sobre el futuro inmediato de este comerciante, quien por el momento continúa alojado en una dependencia policial y en una habitación que no comparte con otro detenido.

El caso tomó un nuevo giro cuando ayer, aproximadamente a las cinco de la mañana, murió en el hospital Cullen el menor apuñalado. Frente a esta situación, distintas fuentes relacionadas con la investigación del caso dejaron trascender que la policía no descarta que los familiares y amigos de este ladrón adolescente decidan tomar represalias por lo ocurrido. Por eso existe preocupación por el futuro del comerciante asaltado, de su familia y sus bienes personales.

La situación se desató a las 9 de la mañana del miércoles, cuando dos menores de 15 y 16 años, uno de ellos armado con un revólver de grueso calibre, asaltaron a este comerciante que reaccionó infringiéndole una profunda herida de cuchillo a quien le apuntaba a la cabeza.

Los adolescentes, que venían de fracasar en el intento de violentar las aberturas de otros establecimientos aún cerrados al público, se decidieron por asaltar, armas en mano, el primer local que encontraran abierto.

La reacción del comerciante habría sido inmediata, de modo que la respuesta fue fulminante y la punta de la cuchilla que sostenía con su mano derecha fue a clavarse en el cuerpo del asaltante.

Los menores escaparon a la carrera, pero el herido ya sin fuerzas se desplomó en la vereda cuando no había recorrido más de cien metros. Fue trasladado al hospital Cullen, pero falleció.

La policía atrapó al cómplice minutos más tarde en calles del barrio Varadero Sarsotti. Los agentes de la Subcomisaría 1ra. secuestraron en calle Tarragona la bicicleta en la que se conducían los menores y también el revólver 38 largo con el cual habrían apuntado al panadero.

Defensa propia

El Código Penal es muy claro al describir cuándo se considera que una persona mata en defensa propia. El inciso sexto del artículo 34 establece que deben plantearse las siguientes condiciones:

a) Que la persona haya sufrido una agresión ilegítima.

b) Que exista racionalidad en el medio empleado para impedir o repeler la agresión. Por ejemplo, no se puede considerar defensa propia el caso en que una persona agrede a otra con un golpe de puño, y ésta reacciona tirándole un tiro. Allí no existiría relación entre el medio utilizado para agredir, y el medio utilizado para la defensa.

c) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende. Esto significa que no podrá considerarse defensa propia cuando se mata a una persona que agrede porque, previamente, fue provocada en forma insistente.

José Curiotto