El gobierno argentino reconoció hoy a China como economía de mercado, según confirmó oficialmente el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al término de duras negociaciones, quien aclaró que eso "no supone una apertura indiscriminada del mercado" argentino.

La dilación en dar a conocer el memorando de entendimiento bilateral que otorga el reconocimiento de ese estatus a la economía de China, se debió a la posición de dureza del gobierno de Pekín en acceder a una serie de salvaguardas que pretende Argentina para proteger a sectores económicos que pueden ser afectados por los productos del coloso asiático, dijeron fuentes gubernamentales, sin avanzar en precisiones.

"Lo primero es reconocer a China el estatus de economía de mercado", dijo el jefe de Gabinete. El funcionario confirmó hoy la decisión y deslizó que algunos de los sectores que quedarían excluidos de esa competencia y con mecanismos de protección serán electrodomésticos, calzado, juguetes y "otras zonas sensibles".

El reconocimiento de economía de mercado es una condición que pone China para avanzar en la apertura de mercados a productos de otros países, así como para disponer inversiones, como las que tiene intención de hacer en el país por casi U$S 20 mil millones en los próximos 10 años en vivienda e infraestructura, ferrocarriles, comunicaciones, telecomunicaciones e hidrocarburos.

Brasil accedió a hacer ese reconocimiento durante la visita de Hu, la semana pasada, lo que generó una fuerte reacción en contrario de los industriales de San Pablo.

Fernández dijo que ese reconocimiento "no obliga a Argentina a un sistema de libre comercio, sino que en caso de denuncia de dumping, se tendrán en cuenta los costos de ese país (China) y no el de cualquier otro", y aseveró: "No vamos a entregar el mercado".

Destacó también que "no se asumió ningún compromiso en cuanto a importaciones".

Según trascendidos, el reconocimiento de economía de mercado iría acompañado por la posibilidad de aplicar derechos específicos extraordinarios, como aranceles y precios testigo, para la entrada de productos que puedan afectar a algunos sectores de la producción local.

Por el lado argentino, participaron en las reuniones los ministros de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa, y de Economía, Roberto Lavagna, mientras que por el chino lo hizo el canciller Li Zaoxing.

Ese reconocimiento es, además, condición para llevar adelante los acuerdos sobre agroalimentos, que se anunciaron a nivel de las autoridades agropecuarias de ambos países.

Según esos acuerdos, China autorizó la importación de carne termoprocesada y menudencias bovinas, y de carne bovina deshuesada al sur del paralelo 42, mientras que la procedente del resto del país tendrá que esperar hasta mayo cuando la Organización Internacional de Epizootia (OIE) declare al país libre de aftosa con vacunación.

También se firmaron acuerdos fitosanitarios que permitirán el ingreso de peras y manzanas al mercado chino como al argentino y se decidió continuar con las negociaciones para autorizar el acceso de carne aviar y de cítricos dulces (naranjas, mandarinas y pomelos) argentinos al país asiático.

La contrapartida de estas medidas es que Argentina autorizó, en principio, el ingreso de ajos frescos y de tripas saladas porcinas procedentes de China.

El restablecimiento del servicio de trenes de pasajeros entre Buenos Aires y Córdoba será el que mayor inversión insumirá de la comprometida por empresas chinas con el gobierno argentino.

También es el proyecto que está más avanzado en su elaboración. El secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime, estimó a El Litoral que el proyecto de ejecución y el monto preciso de la obra pueden estar listos en 60 días.

La carta de intención firmada al respecto señala que la inversión para rehabilitar ese servicio puede variar entre los U$S 420 millones y los U$S 1.800 millones.

El primer monto sería para el caso de trenes diesel entre Buenos Aires-Rosario, con extensión a Santa Fe y Córdoba, mientras que el segundo contempla que el tramo entre Buenos Aires y Rosario sea con tracción eléctrica de alta velocidad y el resto con diesel.

Jaime aseguró que las obras para el tren Buenos Aires-Córdoba "pueden tener un fuerte impacto en el desarrollo laboral" y destacó la carta de intención que el Ministerio de Planificación Federal firmó el martes con la empresa China Railway 20th. Bureau Group, que contempla el compromiso de invertir U$S 8.000 millones en el sector ferroviario durante los próximos 10 años.

"El convenio ratifica la voluntad de ambos países de establecer políticas de colaboración en el desarrollo de la actividad ferroviaria de Argentina", destacó el funcionario. "No sólo se trata de trenes de pasajeros sino también de cargas y, principalmente, los corredores bioceánicos que vinculan al Atlántico con el Pacífico".

El presidente de la Comisión Parlamentaria de Amistad con China, el santafesino Julio Gutiérrez, destacó la importancia que tienen para la Argentina los recientes acuerdos firmados entre ambos países. Acotó que son la continuidad de la relación que se iniciara durante el viaje del presidente Néstor Kirchner en junio último por ese país asiático.

El vicepresidente del bloque justicialista señaló que "la relación que comenzara Kirchner y un grupo de gobernadores vio su frutos en este proyecto, a mediano y largo plazo, de intercambio comercial entre ambos países".

Además expresó "su conformidad por los acuerdos firmados que consolidan la relación bilateral y que tomarán forma en diferentes áreas del Estado nacional y provincial".

Con relación a las críticas originadas desde algunos sectores de la oposición, remarcó que "aquellos que constantemente ponen palos en la rueda deberían saber que este tipo de intercambios contribuyen a reactivar sectores de producción que necesitan de inversiones concretas para su correcto funcionamiento"

Por último, resaltó que "las inversiones chinas son importantes, pero deben tomarse los recaudos pertinentes que resguarden los intereses de la Nación".