Cartas a la dirección

Intolerable injusticia en los aumentos al Poder Judicial, II

Señores directores: Hace unos días se hizo pública la remuneración de los funcionarios judiciales. Tal situación resulta irritante si comparamos los ingresos de los demás ciudadanos y en especial con lo que se les paga a los docentes. También se supo que los jueces no pagan impuestos. Esto es aberrante. Debieran ser el ejemplo y ser los primeros en hacerlo. ¿De dónde se obtienen los recursos para el pago de los sueldos a los funcionarios del Estado?

Habría que hacer serias y oportunas consideraciones sobre este tema. Cuando iba a la escuela primaria, allá por la década del treinta (llamada década infame), se nos decía que el sueldo del presidente de la Nación era de seis mil pesos y dos mil pesos más para gastos de etiqueta -que serían los gastos de representación. No recuerdo bien cuánto ganaba un ministro, pero creo que era más o menos la mitad de dicha suma.

No sé cuánto es actualmente el sueldo del presidente de la Nación, pero considero que debiera ser bastante superior a cualquier otro. Lo mismo podría decir con respecto al gobernador en la provincia, para que estén libres de tentaciones.

Fuera del presidente de la Nación y del gobernador de la provincia, ninguna otra remuneración debiera ser superior en más de diez veces a la mínima; digamos que si la mínima es de mil pesos, la máxima no debiera exceder de diez mil.

Lo mismo se podría decir de los haberes jubilatorios. Para hablar de montos, no debiera haber jubilaciones mínimas -para merecer llamarse tales- inferiores a seiscientos pesos, ni máximas superiores a seis mil pesos.

Esto está todo distorsionado. Y creo que comenzó con el demagogo y corrupto que a mediados del siglo XX decía que regalaba su sueldo y después adquirió -¿con qué?- un palacio en Madrid, donde no van los ricos sino los muy ricos, y una mansión en la playa más cara de España, y vaya a saber cuántos millones tendría en los bancos suizos.

Nuestra querida patria padece de una epidemia llamada peronismo. Confío en que algún día pueda llegar a curarse. Valentín J. Massín. LE: 6.200.372. Malabrigo.

Agradecimiento

Señores directores: Soy un afiliado al Pami y quisiera, por este medio, hacer llegar el agradecimiento por la excelente atención profesional y humana que recibiera con motivo de mi internación e intervención quirúrgica cardiovascular. Va dirigido a la sala de Unidad Coronaria, integrada por los médicos, las enfermeras, mucamas y el personal administrativo del Sanatorio Santa Fe. Y también hacer llegar este agradecimiento al Sanatorio Santo Tomé. Pedro Martínez. DNI: 6.224.250. Santo Tomé.