Una versión corrosiva del amor

Julia Roberts y Jude Law en una escena de Closer. FOTO AGENCIA TÉLAM.. 

Closer cuenta las relaciones tortuosas que se establecen entre cuatro jóvenes personajes solitarios, que viven todos en Londres. El guión, basado en una obra de teatro de Patrick Marber, se concentra casi obsesivamente en los rasgos de angustia solapada que definen a los personajes, lo que los hace reaccionar de diversa manera para poder sobrevivir.

Dan (Jude Law) es un periodista confinado en la sección de necrológicas, que aspira a ser novelista. Alice (Natalie Portman) es una chica norteamericana que trabaja en un bar, pero antes se ganó la vida como stripper. Anna (Julia Roberts) es una mujer divorciada, también norteamericana, que vive de su profesión: es fotógrafa. Larry (Clive Owen) es un médico dermatólogo que rápidamente hará una exitosa carrera.

Dan conoce a Alice en la calle y terminan ligados a raíz de un accidente que sufre ella. Pero tiempo después, el muchacho se encuentra con Anna, en una sesión de fotografía para promocionar su novela (cuyo personaje principal está inspirado en Alice), y comienza un romance entre ellos. Aunque casi al mismo tiempo, y a raíz de una broma por Internet que le gasta Dan a Larry, sin saber quién es, el médico y la fotógrafa se conocen y terminan casándose.

La cuestión es que Dan y Anna seguirán viéndose y las cosas en algún momento harán crisis de la peor manera.

El guión abunda en diálogos fuertes y descarnados entre los protagonistas, casi siempre enfocados en las cuestiones sexuales, y a partir de lo que cada uno expresa o confiesa, el espectador puede entrever los complejos y los conflictos irresueltos que cada uno arrastra consigo. Pero el texto no pretende ir más allá y ése es el reproche que la mayoría de los comentaristas le hace a este filme. Ya que si bien está atravesado por un crudo realismo y no carece de verosimilitud, parece recortar demasiado sólo aquellos momentos de crisis irreflexiva que todos en algún momento sufrimos, pero no aporta nada de esos otros momentos que también viven las personas y que tienen que ver con cuestiones quizás más espirituales. Estos personajes muestran una sola faceta y eso los hace superficiales, egoístas, cínicos y, cada uno a su manera, destructivos.

Sin embargo, las buenas actuaciones de las figuras que tienen a su cargo las interpretaciones logran salvar la película del abismo y hasta consiguen a veces momentos de gran intensidad dramática, como en la secuencia en que se encuentran Larry y Alice en el local nocturno donde ella se desnuda por dinero.

El otro juego que propone el filme es el de las apariencias, porque en el ir y venir de los personajes y sus "rollos", a menudo resultará que lo que parecía verdad es una gran mentira y lo que parecía mentira era la más rotunda verdad.

Closer marca el no tan celebrado regreso al cine del veterano director Mike Nichols, conocido por sus famosos títulos El graduado, Quién le teme a Virginia Woolf, Conocimiento carnal y Armas de mujer.

Closer, llevados por el deseo

"Closer", EE.UU./2004, color. Dirección: Mike Nichols. Intérpretes: Julia Roberts, Jude Law, Natalie Portman, Clive Owen. Guión: Patrick Marber, basado sobre su pieza teatral. Fotografía: Stephen Goldblatt. Edición: John Bloom y Antonia Van Drimmelen. Presentada por Columbia. 102 minutos. Sólo apta para mayores de 16 años.

Laura Osti