La Pedagógica: un clásico que eligen miles de santafesinos

El edificio es del 1900 y no cuenta con las medidas de seguridad necesarias, ni para emergencia, ni para evitar el robo de libros. FOTOS: LUIS CETRARO.. 

Unas 300 personas pasan por día en busca de un libro. Van desde chicos de dos años hasta estudiantes secundarios, científicos y profesionales. Un recorrido por la casa que, desde hace 90 años, recibe las inquietudes de santafesinos y gente de la zona.

Como todos los días, el linyera deja sus bolsas en la puerta, apunta con el índice un libro y busca un asiento. Entre guardapolvos y cuadernos, se hace uno más. Allí están sus socios de cada mañana: la señora que hace trámites y se toma su media horita para ir a leer Bucay; el sociólogo inmerso en un texto de Alexis de Tocqueville; la maestra que redescubre a Paulo Freyre; el jubilado que hojea el diario; la señora que le lee Caperucita Roja en voz baja a su nieto.

En sus noventa años de vida, la casa de San Martín 2839 se convirtió en un clásico. María del Carmen Depetris forma parte de la Biblioteca Pedagógica y Popular Domingo Faustino Sarmiento desde hace más de treinta años. Hoy, y desde hace nueve, es la directora.

"La falta de espacio...", dice sin dudar cuando se la consulta acerca de los principales problemas que tienen. Es que hace ya varios años que las autoridades vienen reclamando dinero para que la gente que, muchas veces, debe leer de pie, tenga un lugar apropiado. La mujer asegura que está por salir un subsidio del gobierno provincial, de 45 mil pesos, que les serviría para construir una planta alta y terminar con el problema. Incluso podrían realizarse conferencias, otro de los objetivos de la dirección.

NADA MAS

Hay otra cuestión que también está relacionada con lo edilicio: la falta de seguridad. "Tenemos matafuegos, pero nada más", asume la directora. El nada más incluye, por ejemplo, las salidas de emergencia, indispensables en una casa en la que suele haber más gente que espacios disponibles. De todos modos, las autoridades tomaron algunas precauciones, como sacar algunas puertas que hacían dificultoso el paso y cortar la luz todas las noches, para prevenir incendios.

Tampoco tienen detectores para evitar el robo de los libros, una realidad a la que las bibliotecarias ya están acostumbradas. "Tenemos una colección de documentos...", se resigna María del Carmen. Es que pedir el DNI a la gente era, hasta ahora, la forma de evitar los robos. Pero hoy hay muchos que prefieren perder el documento y llevarse un libro.

EDUCAR CON EL EJEMPLO

"Los docentes ya no leen...", asegura María del Carmen. Es que la Pedagógica fue, por definición, el lugar donde iban a formarse los maestros. Sin embargo, hoy sólo van mientras son estudiantes. Una vez que están frente al aula, la mayoría abandona la práctica de la lectura.

"Yo no creo que sea porque no quieren, sino porque no tienen tiempo", dice María del Carmen. Desde la pared parece escucharla preocupado Domingo Faustino Sarmiento.

La política de adquisición de la biblioteca es clara: fundamentalmente, libros de Educación y material escolar. Después, obras clásicas de carreras terciarias y universitarias; literatura; textos sobre microemprendimientos, botánica, cocina: un universo tan amplio como los intereses de las personas.

La directora destaca la predisposición y buena formación del equipo de bibliotecarias que allí trabajan. Y reconoce que no es fácil la vida cotidiana, porque muchas veces el lugar se convierte en un gran aula. "Cuando por ahí tenés 50 chicos sentados trabajando, esto es bastante bullicioso, porque las condiciones acústicas no son las óptimas", explica. El lugar es, simplemente, un patio techado. Esa es la gran sala de lectura. Después, hay dos sectores más: el de educación y el infantil.

La mujer enumera proyectos, describe problemas, halaga a las bibliotecarias por su formación. Mientras eso pasa el linyera devuelve el libro, toma sus bolsos y vuelve a la calle. Desde el estante "La vuelta al mundo en 80 días", de Julio Verne, queda a la espera del próximo viajero.

Indice

  • La biblioteca tiene hoy unos 5 mil libros. En los últimos tres años se compraron 2.400.

  • Hay alrededor de 3 mil socios que pagan 18 pesos al año. Con ese dinero se informatizó la biblioteca y se compran textos.
  • Hay 24 personas trabajando en dos turnos: de 7.30 a 12.30 y de 14 a 21.
  • En el período lectivo, pasan unos 300 lectores por día. A la mañana el público está formado por profesionales y personas mayores. Por la tarde van más estudiantes, sobre todo secundarios.
  • El acceso a la biblioteca es libre, con presentación de DNI.
  • Los lectores llegan desde Esperanza, Santa Rosa de Calchines, Helvecia y Paraná, entre otros puntos.
  • Leoncio Gianello, Luis Di Filippo y Julia Prilutzky Farny son algunos de los escritores que pasaron alguna vez por la biblioteca y que, incluso, participaron de la Sociedad Protectora.
    Natalia Pandolfo