Vivió su debut como técnico en la primera división del fútbol argentino con una intensidad extrema. Desde antes incluso del comienzo del encuentro, caminó el sector destinado al banco local hasta gastar el césped, y luego, durante el desarrollo del partido, dio indicaciones y órdenes hasta a los jugadores rivales.
Gerardo Martino sufre el trámite aun más que cuando era jugador y referente de Newell's, y lo disfruta sólo un momento cuando el resultado final es victoria, ya que enseguida está evaluando cuestiones para mejorar en la siguiente fecha.
Tras el encuentro, el entrenador manifestó que "este era un partido muy importante, sobre todo porque se comenzaba un proceso y, además del trabajo diario, son necesarios los resultados para que los jugadores comiencen a creer en esta nueva etapa. Me voy bastante conforme con lo que hizo el equipo hoy (por ayer) porque, a pesar del poco tiempo de trabajo, ya se mostró una idea de lo que queremos, puesto que se siguió siendo respetuoso en el manejo de la pelota, pero se empezó a tener una dosis mayor de agresividad a la hora de recuperar el balón".
Ése fue precisamente el hecho puntual que más destacó Martino, porque lo evaluó como un cambio radical en el plantel: "Me gustó mucho la presión que metió el equipo en la mitad de la cancha. Nos faltaría sostenerla un poco más, pero la idea que queremos se va entendiendo. Los jugadores tuvieron una gran predisposición para sacrificarse, ya que Colón está acostumbrado a tener buena circulación de la pelota, crear jugadas interesantes y llegar a situaciones de gol, pero necesitamos una dosis mayor de esfuerzo y sacrificio, y que el rival sepa que, aparte de jugar bien, enfrente tiene a un equipo incómodo".
Pero no todo fue positivo, y en el haber el flamante técnico puso también algunas cuestiones: "Hay equipos en el fútbol argentino que trabajan muy bien la pelota parada y Quilmes es uno de ellos. Por eso, me pareció que era vital neutralizarlos en ese aspecto, no sólo siendo aplicados en la marca, sino también no cometiendo faltas en los costados. Creo que cumplimos en cuanto a que tomamos bien, ya que la jugada del gol fue una desgracia, pero cometimos demasiadas faltas en los costados que posibilitaron que ellos nos metieran varios centros en el área".
Uno de los interrogantes de la tarde fue la ausencia en el elenco titular de Martín Romagnoli, quien fue uno de los dos convocados por José Pekerman para la selección argentina. Martino aclaró al respecto que "yo les expliqué a Díaz y Romagnoli que en condiciones normales ninguno jugaba, por haberlo hecho 90 minutos en la semana y por el trajín del viaje. Pero ésta no era una condición normal, y por eso le dije a Martín (Romagnoli) que la inclusión del Cata (Díaz) era porque Quilmes iba a poner dos delanteros de área y yo tenía entonces que asegurar el juego aéreo".
Pero enseguida despejó cualquier sospecha al afirmar que "Romagnoli juega sí o sí la fecha que viene. La selección es un premio y no un castigo, por lo que su presencia el fin de semana próximo está asegurada más allá del resultado que se pudiera haber dado hoy (por ayer)".
A pesar del arranque fulminante que lo puso dos goles arriba a los cinco minutos, otra vez el equipo desperdició situaciones que lo pudieron complicar en el cierre. El tema no pasó desapercibido para el técnico: "Al principio parecía que cambiaba esto de que Colón no convierte en proporción a la cantidad de situaciones que crea, pero en el segundo tiempo volvimos a ser el equipo de antes. Con los espacios lógicos que deja todo equipo que va perdiendo, creo que tuvimos varias ocasiones como para definir la cuestión y no sufrir. Habrá que mejorar eso".
También hizo mención a la gran labor de los dos delanteros titulares, Esteban Fuertes y Juan Cominges: "Ojalá que Fuertes pueda hacer la cantidad habitual de goles que en general convierte en un año. Por lo menos empezó muy bien. Por su parte, Cominges merecía convertir un tanto, ya que hizo un gran trabajo en el segundo tiempo. Además, esto sirve para que él se convenza de que puede jugar de delantero, y que eso no es sólo el capricho de un entrenador, sino que tiene las cualidades para jugar arriba".
Por último, puso un poco de mesura en medio de la algarabía por el primer triunfo en el Clausura: "A esta victoria hay que darle la importancia relativa que tiene. No hay que apresurarse, porque en Argentina se acostumbra a pasar enseguida de un extremo al otro. Ganamos un partido necesario y tenemos que valorar eso, pero falta muchísimo".
El presidente de Colón, Horacio Darrás, se dirigía después del partido junto a su madre Tilma a cumplir con una promesa que le había hecho a la Virgen de Guadalupe. Pero recibió una llamada en la que le notificaban que Avendaño, jugador de Quilmes, debió ser trasladado de urgencia al hospital Cullen por un problema respiratorio. En consecuencia, Darrás llegó al mismo tiempo que la ambulancia y se preocupó por la salud del jugador. "Este tipo de gestos que tuvo el presidente de Colón no se ven todos los días", comentó Gustavo Alfaro cuando se subió al micro para volver a Buenos Aires.
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