Señores directores: Cuando nos enfrentamos al difícil proceso de asumir la enfermedad de un ser querido, lo primero que nos desvela es la necesidad de confiar en la solvencia profesional de quienes habrán de asistirlo y, cuando la certeza de que contamos con profesionales idóneos disipa aquella primera inquietud, resulta tanto o más valioso advertir que se trata, además, de seres humanos dispuestos a dar mucho más que su capacidad científica. Y sin dudas esta circunstancia adquiere mayor significación cuando se produce el desenlace inevitable, porque la sensación de saber que se hizo absolutamente todo lo posible genera serenidad y la serenidad atenúa el dolor.

Creemos que cuando Dios nos bendice poniendo en nuestro camino a esta clase de personas resulta una obligación -o cuando menos un acto de justicia- expresar públicamente el valor de sus méritos y la dimensión de nuestra gratitud. Por eso hoy los familiares de Luis Verde queremos manifestar nuestro más profundo agradecimiento a los Dres. Gabriel Ricobelli, Leila Dip, Javier Díaz, Fernando Marotte y el Equipo de Enfermeros y Mucamas del Departamento de Diálisis del Sanatorio San Jerónimo, como así también al Dr. Carlos Becker, porque en todos y cada uno de ellos encontramos no sólo la certeza de su profesionalidad sino también el valor de su calidez, de su esmero, de su vocación por dar mucho más allá de lo que demandaba la ciencia.

Desde el profundo dolor que nos deja la pérdida de nuestro querido Luis, queremos brindarles este pequeño homenaje, porque así lo sentimos nosotros, su familia, y porque estamos seguros de que a él también le hubiera gustado decirles muchas gracias. Stella Maris Verde, DNI 10.862.440. Ciudad.

Señores directores: Las pacientes de Sala N° 11 de Ginecología del Hospital Iturraspe: Cama N° 5, María Luisa Romero; cama N° 6, Sandra Herrlein; cama N° 7, Beatriz Acosta; cama N° 23, Susana Marisa Roja; cama N° 30, Isabel Morales, desean hacer público por este medio el valor de la paciente Marisel Karina Reynoso, cama N° 16 y la entereza al entregar su vida hasta último momento por salvar la de su hijito Aaron, fallecido el 03-03-2005.

Que esta actitud y decisión tomada por Marisel sea un ejemplo de vida y quede en todos los corazones de quienes la conocimos y vivimos cada instante de su agonía. Debemos destacar también la atención esmerada y permanente de la enfermera de turno noche de ese día, Marta González, hacia Marisel, en la noche de su fallecimiento, como así también a todo el equipo de enfermeras/os del hospital Iturraspe, en cada turno correspondiente.